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@RosmeriAlfaro
“Un gran porcentaje de la población mundial sufre una crisis generalizada tanto económica como política, social y ambiental por el funcionamiento de un ‘sistema de metabolismo social del capital’ y su incesante reproducción, generando desigualdad y pobreza”.
Ante esto, organizaciones sociales de Centroamérica y Sur América se reunieron para exponer la necesidad de politizar las economías alternativas para acabar con el extractivismo. Una economía que no responda a los vaivenes de la oferta y demanda ni a los ricos, pero que asegure la vida de todos y todas, que reestablezca la armonía con la naturaleza, que repare la relación entre los seres humanos y que recupere la naturaleza política de la economía.
“No se trata de políticas económicas nuevas, sino de una manera nueva de hacer política, orientada a defender la vida toda”, indicó Deysi Cheyne, de CEMUJER.
La nueva teoría se articula con propuestas de política fiscal, que permitan disminuir la desigualdad de forma progresiva que no implique profundizar en actividades extractivas logrando así, la no degradación del medio ambiente.
“El capitalismo despoja a la persona de una relación armoniosa con la naturaleza, el mercado considera la naturaleza como una alacena de la que se puede sacar todos los recursos necesarios para las fuerzas productivas”, dijo la panelista.
En la actividad presentaron el documento “Utopías Reales, síntesis del debate sobre economías alternativas para transformar el mundo, realizado por el Grupo de Trabajo sobre Economía Alternativas de la Red Latinoamericana sobre Deuda, Desarrollo y Derechos (Latindadd).
“No se puede reivindicar las condiciones de trabajo ultra precarizadas del mundo informal y disfrazadas de economía popular. No se puede reivindicar una economía popular que no presente condiciones de vida digna, en otras palabras una economía popular capitalista”, detallaron en el documento.
En su estudio, las organizaciones proponen una economía popular y solidaria que permita generar bienestar y redistribuir una vida buena, defendiendo los medios de vida y medios de producción que se encuentran bajo el control de los productores directos.
