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@GloriaCoLatino
Antonio Baños, Director de Cáritas El Salvador, afirmó que la migración es un tema complejo que demanda mayores acciones, pero de manera más integral que permita a estos grupos de personas, en especial a los más vulnerables como la niñez y mujeres, sean respetados sus derechos humanos.
En la Semana Nacional del Migrante, que se celebra en la primera semana de septiembre, se presentó el documental “Vía Crucis Migrante”, de un productor alemán, que contextualiza las situaciones de vulnerabilidad de estas personas en su ruta de paso al país de destino.
“Se ha invitado a jóvenes para que vean el documental, para reafirmar y sensibilizar sobre este tema, a nivel de la Iglesia Católica, porque todos los que estamos acá, somos instituciones o instancias que estamos haciendo énfasis en las palabras del Papa Francisco en el Discaterio, donde el tema migrante es el fundamento del Desarrollo Humano Integral”, dijo.
El Padre Mauro Verseletti, Director del Centro Pastoral de Atención al Migrante, expresó que las cifras sobre las migraciones a nivel mundial son “escalofriantes”, como los 200 millones de personas que se encuentran con este estatus.
“En el mundo hay aproximadamente 40 millones de desplazados internos, muchos son víctimas de trata de personas, donde los grupos más vulnerables son las niñas, niños, adolescentes, mujeres; la población LGBTI, que son sometidos a todo tipo de vejaciones, agresión sexual, física, tráfico de órganos, prostitución y trabajos forzados, prácticamente esa es la realidad y todo esto atado a un sistema -que llamamos- Modelo de Mercado Neoliberal”, argumentó el Padre Verseletti.
Omar Serrano, Vicerrector de Proyección Social de la UCA, explicó que la migración ha ido de la mano con la humanidad siempre, pero en la actualidad el desplazamiento de poblaciones de muchos países y en especial del área centroamericana obedece al “modelo económico excluyente”, agregó
Carmela Gibaja, de la Conferencia de Religiosas y Religiosos de El Salvador, enfatizó que la migración irregular obedece a tres razones: la exclusión social, las condiciones de violencia o inseguridad y la reunificación familiar que expone a la niñez y adolescencia que no van acompañados a un sinnúmero de peligros.
“Por eso hablamos del riesgo de la migración como la Trata de Personas, estamos hablando de varias cosas: captar, reclutar, transportar y acoger por medios de carácter violentos el engaño, el rapto, el chantaje y sobre todo, la vulnerabilidad, que permite el chantaje que puede ser laboral, sexual (pornografía, matrimonios forzados, prostitución) y tráfico de órganos”, indicó.
Para las organizaciones de la Iglesia Católica, la migración es riesgo en el país de origen, en los países de tránsito y también al país de acogida o destino, donde buscan establecerse para generar dinero y enviarlo a sus familiares.
“Los riesgos en el país de origen comienzan cuando las personas que desean migrar son reclutadas con la mentira que tendrán puestos de trabajo importantes y buenos salarios o les ofrecen becas a las más jóvenes -que es un engaño-. En el tránsito de los migrantes ahí si una persona va sin documentos se expone a las redes de narcotraficantes e incluso funcionarios migratorios inescrupulosos; y luego, en el país de llegada, si la persona migrante no tiene conocimiento de la lengua, ni personas que le acojan y sin trabajo, es posible que caiga en una de estas redes delincuenciales”, aclaró.
Las organizaciones de la Iglesia Católica reiteraron el llamado a los gobiernos del Triángulo Norte, a trabajar de forma sostenida e integral, para atender a las personas migrantes primero, sensibilizando a la población y segundo reforzando la generación de empleo y respeto a los derechos humanos, desde el Estado y la empresa privada.
