Por Ramon Sahmkov
Washington/AFP
La Organización de Estados Americanos (OEA) debate este miércoles una propuesta conjunta de financiamiento para la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que les permita salir de su paralizante crisis de recursos.
Tras sufrir un recorte de sus donaciones externas, los órganos regionales de derechos humanos buscan adecuar su presupuesto regular para garantizar que los 34 países miembros de la OEA sean sus principales financiadores.
«Los Estados Miembros son los responsables de dotar a los dos órganos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos de los recursos necesarios para cumplir cabalmente con su mandato con plena autonomía e independencia», dijo hace dos semanas el comisionado James Cavallaro, presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
«El objetivo es que el sistema interamericano de derechos humanos sea cada vez menos dependiente de las contribuciones de terceros, para el efectivo cumplimiento de su mandato», señaló a su vez el juez Roberto Caldas, presidente de la Corte Interamericana.
La propuesta duplicaría el presupuesto regular de la Comisión, que se había mantenido inalterado en cinco millones de dólares a pesar de las crecientes necesidades del órgano para atender casos y realizar visitas a los países.
Del total de 18,2 millones de dólares anuales de la propuesta, 11,2 millones irían a la CIDH, con sede en Washington, y 6,9 millones a la Corte, en San José.
En una nota, la CIDH destacó el desafío que enfrenta para reducir el retraso procesal de los casos sobre violaciones de derechos humanos en las Américas, subrayando que «no cuenta con los recursos humanos necesarios para brindar la respuesta oportuna requerida».
Luego de años capeando una insuficiencia de recursos, la Comisión sonó las alarmas en mayo, anunciando que suspendía visitas a los países así como el periodo de sesiones de la segunda parte de este año, en las que organizaciones civiles y Estados ventilan la situación de derechos humanos en los países de la región.
Durante la 46ª Asamblea General del ente regional, los comisionados hicieron una intensa campaña para atraer contribuciones de los países miembros, tras lo cual un puñado de países enviaron contribuciones, entre ellos Panamá, que acogerá a finales de año la ronda de audiencias.
«Evitar otra crisis»
Con malabares contables, la Comisión también logró salvar del despido a 40% de su personal, que estaba en peligro por los recortes.
Para compensar un presupuesto regular deficiente, la CIDH había requerido por años la asistencia de terceros países y organismos multilaterales, cuyas donaciones en ocasiones equiparaban o superaban los recursos provenientes de la OEA.
Pero en los últimos dos años las donaciones cayeron casi a la mitad, a medida que otras situaciones como los refugiados o los conflictos en Medio Oriente desviaban los recursos.
El nuevo presupuesto «no es el financiamiento total de los órganos en una situación ideal» pero «permitiría evitar otra crisis el año próximo», dijo Cavallaro.
Pero su aprobación en el Consejo Permanente de la OEA no está para nada garantizada, en tanto el propio organismo hemisférico atraviesa su propia crisis de recursos, recortando 15% de sus fondos.
Además, algunos países como Ecuador y Venezuela ven con recelo a la Comisión, denunciando parcialidad política y abuso de funciones.
Aunque Argentina, Colombia y Uruguay también ofrecieron contribuciones adicionales, resaltó la ausencia de México, histórico aliado del sistema interamericano de derechos humanos.