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“Oro y Perla: seres de la calle”. Relato por Tania Primavera

Tania Primavera

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Una noche, entre penumbras visualizamos con Alice durante nuestras caminatas con mi perra Lira, a un felino tierno, era color amarillo, nos evadió, pero lo llamamos, le decíamos “Mish”, así les hablamos a los gatos en la tierra de Cuscatlán. Veíamos que entraba a una casa donde viven tres hermanos, es una esquina que tiene un tipo sentadera de cemento, que los pasantes pueden sentarse, y descansar. Así, día a día le veíamos al gatito, y llevábamos de comer. Alice escogía las mejores viandas para él, le cambiábamos agua, y bajo el inmenso árbol de mango y muchas plantas se escondía, y exploraba. Un día dijimos: ¡pongámosle nombre!, se llamará Oro. Por su color.

Seguimos acudiendo cada atardecer, pasaron algunos meses, el gatito caminaba cada vez más lejos. Nadie había que le diera una cama, ni se dejaba agarrar.

De repente en esas calles, apareció una perra alta, estilizada, alegre, corría y amorosa se acercaba a nosotras en esa esquina, durante nuestras caminatas con Lira, y notamos que estaba “pichona” era joven a pesar de ser alta, y estaba bien formada, quizás alguien la llegó a tirar a esa zona. Le comenzamos a llevar comida, se la atragantaba, a la misma hora siempre nos buscaba. Después, comencé a salir también y agregar calles a mi caminata que era más rápida y que hacía en la madrugada con mi perra Lira. A las cinco pasadas, salíamos con las hojas para recoger sus asuntos, pero llevábamos comida para la perrita blanca, a la que le comencé a llamar Perla Blanca. Se iba con nosotras después de comer todo, dormía en un quiosco, o en una terraza mirador nueva que habían construido en la pequeña ciudad que se juntaba ya con la capital.

Un día, el gato ya no salió, lo buscamos, ya no lo vimos. Lo habíamos visto entrar a una casa con otros gatos, lo vimos a punto de pelear con otro gatón días antes, pero ese día, y otro y otro, ya no lo vimos.

No dejamos de ir a la cita de las 6 o 6:30 pm con Alice a ver a los seres de la calle, a Oro, a Perla.
Pero a Oro, el gatito, ya no lo vimos. Seguimos cambiando el agua, llevando alimento. Ya no lo vimos. Se perdió, desapareció. Días después, también Perla Blanca desapareció, ella, que ya conocía donde yo vivía, y andaba corriendo siempre, y yo con mi angustia de lo que le podría pasar en cualquier momento, que la iban a agarrar a muchos de los perros callejeros. Y lastimarla y preñarla. Era jovencita, era pichona como decían. Y corría peligro. A nadie le importaba. Amanecía en el quiosco, en la terraza del mirador, al vernos acercar con Lira, su cola agradecía y hacía una reverencia.

Pero un día, ya no la vi. Salía en la mañanita a buscarla con comida y no, en la tarde tampoco. Y eso fue como tres días hasta que un vigilante dijo, -alguien la bañó y se la llevó, quizás ya no la vea-. Lo dudé, porque hay pocos ángeles, si no, ninguno. Yo no podía tenerla. Y me angustiaba porque no la vi, seguí acudiendo en su búsqueda para darle comida. Y nada. El domingo, en una feria en la pequeña ciudad, la vi de lejos entrar a la terracita donde durmió tantas veces, habían canopis y mucha gente, una muchacha la llevaba con un collar rojo y correa. Alice salió corriendo, la alcanzó y le dijo, –nosotras sabemos de ella, la ayudamos, usted la ha ayudado también-. Sí, cuando llegué yo, tenía cicatriz de operación, la habían esterilizado, ya no tenía pulgas ni garrapatas, olía rico, aunque ella estaba limpia antes, pero tenía la calle de casa.

Me reconoció, sonrió. Estoy más tranquila, pero no sé dónde será su hogar. Los animales, más nobles. Andrea, la cuidó, y arropó, ahora le dice otro nombre, y busca dar en adopción. Duerme con cobijas, tiene un techo temporal.

Perla Blanca tuvo una oportunidad, pero Oro, no sé dónde está. Cada tarde, seguimos saliendo, abriendo bien los ojos, nos sentamos en el mismo lugar, y esperar a que aparezca el gatito que no volvió por el lugar.

Oro, gatito.

 

Si alguien desea ayudar más a Perla Blanca, y darle un hogar y amor,

se encuentra publicada desde hace poco con el nombre de AMANDA

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Aquí fotos de ella: https://www.facebook.com/photo/?fbid=426669520144302&set=pcb.426669673477620

Foto: cortesía de Andrea.

 

 

 

 

 

 

 

Ver también

Nacimiento. Fotografía de Rob Escobar. Portada Suplemento Cultural Tres Mil, sábado 21 de diciembre de 2024