Por: Rolando Alvarenga
Justo así, como el vicepresidente de la República, Óscar Ortiz, que tiene el poder y peso político para resolver en un dos por tres los críticos problemas que abaten a nuestro deporte, es el perfil que debería cumplir el presidente del INDES para acabar con la calamitosa situación de los atletas en general.
Y me refiero, específicamente, a la reciente y rápida intervención de Óscar Ortiz para solventar la deuda de estímulos deportivos que se tenía con los tricampeones de la selecta playera.
Un caso que, para no variar, volvieron a complicar el INDES y la FESFUT, por no arreglar las cosas a tiempo. Un enredo que volvió a desnudar el poco sentido común que existe entre el INDES y la FESFUT para resolver un problema que terminó cobrándose con la renuncia a la selección del “Tin” Ruiz.
Y es que Ruiz optó por colgar “la diez” e irse a pescar en Semana Santa para llevar el sustento a su seno familiar.
Ahora bien, volviendo al tema central de esta columna, sostengo que el deporte vería con mucho agrado y regocijo tener en la presidencia ad honorem del INDES a un tipo del peso político de Óscar Ortiz.
Un hombre que resuelva y no alguien que ni siquiera responde algunas inquietudes periodísticas, silencio reñido con sus deberes de funcionario público.
Lo anterior porque el INDES siempre les debe mensualidades a la mayoría de los atletas que gozan de estímulo estatal. Y todo porque también la mayoría de federaciones son timoratas, mudas y cómplices a la hora de reclamar lo justo y lo que se ganan los atletas defensores de la patria.
Y como lo acaba de demostrar Óscar Ortiz, el problema no es la falta de dinero, sino la falta de peso a la hora de solucionar este molesto problema, atentatorio y humillante para con el hambre de los atletas destacados. Por ello, ¡Óscar Ortiz para presidente del INDES!
*Los conceptos vertidos en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quien los presenta.