Moscú/PL
El canciller Serguei Lavrov denunció hoy en una entrevista que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y algunos países europeos promueven el mito de la denominada «amenaza rusa» hasta el nivel de la histeria.
Lavrov aseguró en declaraciones al diario Moskovski Konsomolets que además del bloque político-militar sobresalen en esta campaña Reino Unido, prostate países escandinavos, clinic las repúblicas exsoviéticas del Báltico, store Polonia, Rumanía y otros Estados.
Refirió como ejemplo la supuesta amenaza de Moscú contra Suecia y los países bálticos con armas nucleares, lo que calificó como «mito».
Sin embargo, observó que pese a las críticas en su contra por parte de los medios occidentales, Rusia siente el apoyo de la mayoría de los países del mundo.
En relación con Estados Unidos, el titular negó que el empeoramiento de las relaciones se deba a los conflictos en Siria y Ucrania.
Muchos en Washington están en contra del fortalecimiento de nuestro país, que puede tener su propia visión de las cosas, y todo lo que ocurre no es por Ucrania o Siria, aclaró el jefe de la diplomacia del Kremlin.
Calificó de «eslabón de esta misma cadena» el intento de frustrar los Juegos Olímpicos de Sochi 2014 en el plano mediático con llamados a casi boicotear el mayor acontecimiento deportivo invernal del planeta.
Recalcó Lavrov que Washington asume esa política por temor a la aparición de otros rivales en el escenario geopolítico global.
No quieren que surjan otros Estados rivales y esa mentalidad siempre estará presente en sus relaciones con nuestro país, China, India y otras economías emergentes y centros financieros, explicó el ministro.
Lavrov calificó de deshonesto que «cada vez se cambien las reglas y conforme avanza el juego se mueva la portería en el campo de fútbol, rugby o fútbol americano, pero lamentablemente Washington lo ha hecho varias veces», según expresó.
Insistió, sin embargo, en que el estado eurasiático no busca deteriorar las relaciones con Estados Unidos e instó al respeto recíproco de los intereses de cada parte.
No obstante, interrogado acerca de la política de sanciones que bajo presión de Washington Occidente impone a Rusia, opinó que puede durar decenios.
El titular ruso dijo conocer a Estados Unidos y lo reconoció como un gran país por una parte, pero por otra, reflexionó, «los representantes de su poder ejecutivo y legislativo se portan de manera muy mezquina».
A modo de ejemplo recordó la denominada enmienda Jackson-Vanick, aprobada en Estados Unidos en 1974 y que restringió el comercio con la Unión Soviética con el pretexto de que Moscú impedía la emigración de personas de origen hebreo.
Después de que todos los que querían se fueron, además de que muchos volvieron por su propia voluntad, cuando todas las puertas fueron abiertas, esta enmienda continuó vigente durante más de 20 años, evocó el jede de la diplomacia del Kremlin.
Significó Lavrov que esta represalia antirrusa solo fue anulada «porque los estadounidenses entendieron que podrían sufrir daños económicos y comerciales por nuestra adhesión a la Organización Mundial del Comercio».