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Otra amenaza a la Paz Mundial

Sí, eso es lo que se percibe desde el Tercer Mundo, el hecho de que la máxima líder del parlamento estadounidense, Pelosi, desafiara la advertencia de República Popular China de no visitar de forma oficial a la disputada isla de Taiwán, de 20 millones de habitantes.

Y es que la República Popular China, desde que ocupa su puesto en las Naciones Unidas, incluido en el Consejo de Seguridad, en vez de Taiwán, ha tratado también de reunificar a la Gran China con sus provincias (islas) rebeldes o separatistas. Hong Kong, que estuvo bajo el protectorado de Inglaterra, tras ser colonia durante casi cien años, volvió a ser parte de la gran nación de República Popular China, bajo un sistema político propio, por eso se denomina Región Administrativa Especial de Hong Kong de la República Popular China.

Al igual que Hong Kong, China está atrayendo sus territorios separados solo políticamente, pues, histórica y culturalmente, siempre han sido parte de la gran nación oriental.

El caso de Taiwán ha sido la más lenta, en primer lugar porque desde el triunfo de la guerra civil en China, comandada por Mao Mao Zedong y el Partido Comunista Chino, las fuerzas políticas nacionalista chinas, comandadas por Chiang Kai-shek, se refugiaron en Taiwán con todo y su gobierno, el cual desde ese momento, fue apoyado por Estados Unidos.

Como hemos escrito antes, quien estaba representada en las Naciones Unidas era Taiwán y no China, y las relaciones diplomáticas en la mayor parte de países era con Taiwán y no con China.

Tras ocupar su puesto en Naciones Unidas desde el 25 de octubre del año 1971, en el 26°Asamblea General de las Naciones Unidas, con 76 votos a favor, 35 votos en contra y 17 abstenciones, China Popular, como también es conocida, comenzó a su lucha diplomática para ser reconocida por las naciones del mundo.

Poco a poco las naciones, como El Salvador, rompieron relaciones diplomáticas con Taiwán y las abrieron con la milenaria China. Incluso, Estados Unidos, aceptó las relaciones diplomáticas con China Popular y redujo a Taiwán a una relación comercial representada “diplomáticamente” como el Instituto Americano en Taiwán.

Y dado que China reclama a Taiwán como parte de su territorio, y por tanto es parte de su soberanía, cualquier viaje oficial de un alto funcionario estadounidense como Nancy Pelosi, no deja de ser una provocación al gobierno de China y, además, una forma de desalentar los ánimos y los esfuerzos de unificación entre ambas naciones.

Claro, Estados Unidos no está de acuerdo con la unificación de China, o mejor dicho, no está de acuerdo con que Taiwán pase a ser, de una vez por todas, parte de la China Popular por asuntos geopolíticos y militares.

Es necesario recordar que el desarrollo tecnológico y militar de Taiwán es gracias a Estados Unidos, que ha utilizado la isla de Taiwán como un lugar estratégico para sus planes de control mundial. Desde Taiwán, su armamento militar estratégico vigila, controla o amenaza a las naciones orientales, sobre todo a la misma República Popular China.

La respuesta y las advertencias serias de China Popular, en el sentido de dar respuesta a la visita de Pelosi a Taiwán, no ha dejado de pensarse en que se inicie un conflicto de grandes proporciones, por lo que la paz del mundo sigue pendiente de un hilo, es decir, de una declaración o una acción de respuesta. Ojalá y de parte de China esta sea de carácter diplomática o comercial, pero no militar.

La paz del mundo ya está bastante amenazada con la guerra entre Rusia y Ucrania, sostenida por la OTAN y Estados Unidos. Las naciones del mundo, sobre todo las del tercer mundo, deben exigir a Estados Unidos el respeto a las naciones, evitar abrir más frentes de guerra y, sobre todo, procurar por la paz del mundo.

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