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El proceso de diálogo entre las principales pandillas, sick que facilitó el Gobierno del Presidente Mauricio Funes, medical y que logró la reducción de los homicidios de 14 a 5, seek en el periodo de un año, necesita de un relanzamiento.
Así lo han manifestado los principales mediadores de aquel proceso, Monseñor Fabio Colindres, y el ex comandante guerrillero Raúl Mijango. Y así lo creemos también en este periódico.
Hace unos días, representantes de diversas iglesias se manifestaron por impulsar el proceso de tregua entre las pandillas, con el propósito de lograr la pacificación en el país.
Sin lugar a dudas, la tregua entre las pandillas pasa por un momento muy complicado, ya que no solo se han elevado nuevamente las cifras diarias de homicidios, sino que están utilizando nuevas modalidades de ataque, sobre todo a miembros de policía.
Los ataques contra los elementos de los cuerpos de seguridad no es nuevo, sin embargo, en estos días han utilizado emboscadas y hasta dispararon contra un puesto policial.
“El nuevo proceso estará basado en una triangulación de diálogo, es decir, que las pandillas entablen un diálogo con la iglesia y la sociedad civil, el diálogo entre las pandillas y el diálogo entre gobierno y sociedad civil” , expresaron los representantes de las iglesias históricas y los mediadores de la tregua, al anunciar la necesidad del relanzamiento del proceso de pacificación.
“Debemos aclarar que no proponemos que el gobierno negocie con grupos criminales, pero creemos que el gobierno en todas sus expresiones debe de asumir responsablemente la solución integral del problema”, indican.
Seguramente, los agoreros y críticos de siempre rechazarán el relanzamiento de la tregua y el proceso de pacificación, en parte, porque creen en el “manodurismo”, o porque se benefician de esta vorágine de violencia.
La ciudadanía también está dividida en si vale la pena o no la tregua, en parte, porque algunos medios y generadores de opinión intentaron restarle importancia al proceso de diálogo y hasta boicotearlo.
Claro, en aquel momento estábamos en campaña y hacer fracasar la tregua, desde la lógica de los que siempre se declararon en contra de la misma, creían que afectaría no solo al Gobierno del Presidente Funes, sino a la fórmula presidencial del FMLN. Una actitud perversa, por supuesto, que al final no logró los propósito electorales.
Hoy que los representantes de las iglesias históricas y los mediadores de la tregua se ha pronunciado por el relanzamiento de la tregua misma y del proceso de pacificación, todos y todas debemos pronunciarnos por otra oportunidad por la Paz.
