Por: Rolando Alvarenga
Hay gente en nuestro medio que se disgusta y hasta subestima la inédita coronación del baloncesto masculino en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Caraca 1959, que hasta el momento es una de las máximas gestas del baloncesto cuscatleco.
Pero les guste o no les guste, como decía el chocho Funes, es una gesta que no creo que vuelva a repetirse por el nivel del baloncesto salvadoreño.
Bajo la dirección técnica de Adolfo “el jocote” Rubio, el histórico equipo que consiguió el “Caracazo” lo integraron: Mauricio “Pachín” Ibarra, Roberto “Ratón” Selva, José “Chomingo” Chávez, Pío Salomón Rosales, César “Nene” Escalante, Mauricio “Cotuza” Lemus, Ricardo Guzmán Cucalón, Luis “Chino” García, Juanito Matheu Llort, Alejandro “Tatún” Pereira y Adolfo “Chorro de Humo” Pineda.
En Caracas 1959, El Salvador debutó derrotando 65-63 a Colombia; luego, cayó ante Puerto Rico 76-79, pero se impuso 79-76 a Costa Rica
Además, el quinteto salvadoreño perdió sus siguientes juegos con carteles de 57-59 ante Venezuela y 58-85 con Panamá.
No obstante, los cuscatlecos iniciaron la cuadrangular final ganando a Panamá 76-73, cobrando revancha así de la derrota encajada en la primera vuelta ante los canaleros.
En el segundo partido, los salvadoreños superaron 69-57 a Puerto Rico y la mesa quedó servida para jugar la gran final contra Colombia con victoria y coronación salvadoreña con score de 73-60.
Eran otros tiempos cuando los jugadores eran natos y, a lo mejor, obreros artesanales, que se partían el alma por el azul y blanco sin esperar remuneración económica. Bailaban al ritmo de The Beatles y se inspiraban en “Los Trotamundos de Harlem”.