Sus más cincuenta años dedicados a la poesía permiten al poeta nacido en Sonsonate, Ovidio Villafuerte, diferenciar entre poetas y versificadores.
Por Luis Antonio Chávez
Cuando contaba con tan sólo once años, Ovidio Villafuerte (QEPD) descubrió su peculiar relación las letras. Su padre, quien era un artista nato y tocaba marimba, forzaba, a él y a sus dos hermanos, a leer los editoriales de los periódicos, los que con posteriormente analizaban en familia.
Este sonsonateco relata que “era bastante extrovertido a los 11 años; mi papá me obligó a leer desde muy pequeño, por lo que a esa edad ya comencé a escribir”. Ahora, cuando revisa esos textos comprueba que «era un romance lo que había escrito, en términos retóricos”.
Poeta a los 13 años
Ovidio Villafuerte causa revuelo en el departamento a los 13 años. Envió algunos versos a un certamen de una radio local denominado “La voz del Pacifico”.
“Mi trabajo lo envié al certamen, no por notoriedad, sino por regalarle algo a mi madre y agradecer de alguna forma lo que ella significaba para mí. Gané el primer lugar, y pasaron ese poema al anochecer, hasta entonces mis padres no creían que yo era el que lo había escrito”, manifiesta el poeta.
Villafuerte hizo sus primeros estudios en Sonsonate, en la Escuela Fray Patricio Ruiz y en el Grupo Escolar “H San German”, el bachillerato en el Thomás Jefferson y su carrera de Filosofía lo culmina en la Universidad de El Salvador, donde también obtiene una Maestría en Docencia Superior.
Luego de haber disfrutado el premio de la radio, Villafuerte se confiesa afortunado, ya que continúa formándose en la lectura, nutriéndose con escritos de Salarrué, Claudia Lars, Oswaldo Escobar Velado y otros escritores oriundos de Sonsonate.
Con los días se traslada a San Salvador, donde se hace amigo de Roque Dalton y Roberto Armijo, e ingresa a estudiar a la Universidad de El Salvador.
Su amistad con los escritores Orlando Fresedo, Roberto Armijo y Roque Dalton, hacen que Ovidio Villafuerte crezca en conocimientos, experiencia que le lleva a fundar al otrora Grupo Literario Piedra y Siglo, en el que destellan plumas como la del crítico literario Luis Melgar Brizuela (QEPD), Rafael Mendoza, Ricardo Bogrand (QEPD), José María Cuéllar (QEPD), Jorge Campos (QEPD), Uriel Valencia (QEPD) y Jonathan Sacaray (QEPD).
En opinión de Villafuerte, Chema Cuéllar es el poeta más lo grado de ese grupo y la razón de que surgiera Piedra y Siglo fue ayudar a quien lo necesitara y no actuar egoístamente.
Villafuerte dijo que luego de obtener el Primer lugar en el guatemalteco Certamen 15 de Septiembre (1966), “decidí no participar en certámenes, ya que observé que éstos no son la brújula que indican quién es escritor y quién no”.
«Está bien al principio para el que empieza, pero decir que eso los hace más grandes, no eso depende de muchos factores, es una lotería”, acota.
Noveles escritores
A juicio de Ovidio Villafuerte, hay nuevas voces en la poética, entre ellos Álvaro Darío Lara, Mauricio Vallejo Márquez, Luis Antonio Chávez, William D. Martinez, Otoniel Guevara, Gilberto Reyes Arévalo (QEPD), y otras voces, pero a quienes aún les falta recorrido, e indica “aquí han venido varios poetas, pero no le veo fuelle (fibra) como a los que he mencionado”, dice.
Ovidio Villafuerte cierra la entrevista la entrevista con una fuerte aseveración “la nueva generación de escritores ha perdido los ideales literarios, pues escriben una literatura de evasión. Yo estoy comprometido con mi pueblo y mi mensaje va dirigido a esa línea de progreso de la que la mayoría debe salir, como es la pobreza y el hambre extrema”, concluye.
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OFIDIO VILLAFUERTE «EL PODER DE LA TIERRA Y OTROS POEMAS
DALIA BERENICE, QUÉ AGOSTO MAS ODIOSO EL DE TU MUERTE
Dalia Berenice,
qué te pasó mi amor
¿por qué callaste?
Mi hijita de cinco años ya cumplidos,
qué gran virtud tenías
que hasta de ti se apoderó la muerte…
absorto estoy mi niña e inconsolable vivo
junto a tu madre y a tus seis hermanos,
deshechos de dolor que moja el llanto.
Mi amor, cómo quisiera fuera cierto
de que hubiese otra vida,
EN LA QUE IGUAL QUE EN ESTA HABITAN ÁNGELES…
¡Oh!, pobre “viejo loco”, que recuerda tu hablar mejor que el nuestro,
el color de la miel en tus pupilas
y el vívido fulgor de esa mirada “de venado corriendo”
CON EL QUE CASI HABLABAS POR LOS OJOS…
Mi pequeña, también estoy confuso:
por ese “pónganme el vestido blanco” como si lo tuvieras
y el “mamá no me lleve a que me muera”,
cuando íbamos camino al hospital.
¿Y cómo no he de estarlo? Si esas tus frases de candor y ruego,
son como el rayo que fulmina un árbol,
con su solo y letal presentimiento.
Hijita ¿qué ocurrió que te mudaste?
Eso fue. Te mudaste. Eres inmarcesible en tu inocencia,
con tu ternura no podrá la muerte
PUES LA MUERTE NO AGOTA TU CANDOR…
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COSE LA VIDA MARGARITA MURGA
Por la memoria viajas Margarita Murgas:
de donde el sol sabe a comal de sangre
y a tierra herida el palpitar del agua…
Como siempre,
cuando del sueño afloras hembra humilde,
por más que la miseria nos apriete:
desde la noche,
como un sol emerges…
Termina de llegar.
Piensa que ante el desvelo y la fatiga:
o te coses los dedos,
o encima de la máquina;
como sobre un altar de sacrificios:
el sueño, cierva herida:
te derrumba…
Cose sueños mujer. Cose la vida,
como que fueras Margarita Murga:
la madre de esa prole de vigorosos y ágiles venados;
y la brasa amorosa de un vidente,
con el que amas y sufres:
LA EXIGENCIA DE SER COMO LA LUZ…
Luz angélica el sueño y tierna el ansia;
de arder bajo ese sol en el que el hombre:
dejará de sufrir como la bestia…
15 julio 1978
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