Londres/AFP
Martine Pauwels
Sumida en un grave escándalo sexual, la poderosa organización británica Oxfam desveló su plan para prevenir nuevos abusos como los ocurridos en Haití, considerados como una vergonzosa «mancha» para esta oenegé pese a que el principal implicado los niegue.
Este nuevo plan de acción se lanza una semana después de que la prensa británica revelara que varios cooperantes de Oxfam contrataron a prostitutas en Haití, tras el sismo de 2010.
«Lo que ocurrió en Haití es una mancha sobre Oxfam, que nos avergonzará durante años y con razón», declaró Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional. «Imploro el perdón, de todo corazón», añadió.
La organización anunció la creación de una comisión «independiente» que analizará la cultura y las prácticas de la ONG. Esta organización «trabajará a distancia» y tendrá acceso a los registros de la oenegé y a sus empleados, a los que entrevistará para identificar los abusos.
Oxfam triplicará además la financiación de los programas de protección –que superará así el millón de dólares– y duplicará el personal que se dedica a ellos, aumentando la inversión en las formaciones sobre asuntos de género.
Sistema de verificación
«Vamos a crear un sistema de verificación», precisó Byanyima en la BBC. «Invito realmente a cualquier persona que haya sido víctima de abusos en nuestra organización a que se haga conocer».
La ONG negó una falta de transparencia en su gestión del escándalo haitiano, que provocó la huida de muchos de sus colaboradores, y llevó al gobierno británico a amenazar con suspender las subvenciones para las organizaciones que disimulen escándalos sexuales.
Oxfam realizó una investigación interna en 2011, que condujo al despido de cuatro de sus cooperantes, mientras que otros tres fueron autorizados a dimitir, incluido el director para Haití, Roland van Hauwermeiren.
Este rechazó el jueves una parte de las acusaciones contra él. «Nunca he entrado en un prostíbulo, discoteca o bar» en Haití, dijo este belga de 68 años, en el sitio internet de la televisión belga VTM Nieuws.
La organización humanitaria no transmitió las denuncias sobre la contratación de prostitutas a las autoridades haitianas en el momento de su investigación, pero este viernes aseguró que los nombres de las personas implicadas se comunicaron desde entonces.
El gobierno de Haití aseguró que lanzará su propia investigación.
El gobierno británico por su parte anunció que Oxfam aceptó que no solicitará más fondos «hasta que el ministerio de Desarrollo Internacional estime que la ONG responde a las normas requeridas» en materia de prevención y protección de las personas, declaró la secretaria de Estado para el desarrollo, Penny Mordaunt.
Oxfam también ha sido acusada de haber dejado que las personas presuntamente implicadas pudieran ser admitidas en otras ONG, sin previa advertencia.
Roland Van Hauwermeiren fue objeto en 2004 de una querella por abuso sexual, cuando se hallaba en Liberia con la ONG británica Merlin. Después de Oxfam, pasó a la ONG francesa Action contre la faim (ACF) en Bangladés. ACF lamentó no haber recibido ninguna advertencia.
El escándalo ya ha provocado la dimisión de la directora adjunta de Oxfam, Penny Lawrence, y la del exobispo sudafricano Desmond Tutu, Premio Nobel de la Paz 1984, que renunció a su cargo de embajador de la ONG británica. También lo hicieron la actriz británica Minnie Driver y el cantante de Senegal Baaba Maal.
¿Cuántos casos?
Las primeras revelaciones sobre Haití condujeron a otras sobre abusos en otros países. Varios empleados de Oxfam han sido acusados de violaciones durante misiones humanitarias en Sudán del Sur y de abusos sexuales en Liberia.
Oxfam dijo también este viernes que «investiga» acusaciones de abusos sexuales que pudieron producirse en Filipinas en 2013. «No puedo saber cuántos (casos hay) porque debemos investigar», indicó Winnie Byanyima y aseguró que «la mayoría» de los 10.000 empleados de la ONG en todo el mundo son «personas de valor».
Oxfam ha previsto crear un banco mundial de datos homologados, para evitar recomendaciones falsas o no fiables, que supuestamente vendrían de directivos de la ONG.