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Por Diego Urdante
Madrid/AFP
Pablo Iglesias fue reelegido holgadamente el domingo como secretario general de Podemos y su programa se impuso en la votación interna que definía el rumbo del joven partido español de izquierda, tercera fuerza del país.
El carismático Iglesias, de 38 años, fue ratificado en su cargo con más de 89% de los votos de más de los más 155.000 militantes que participaron en la votación interna, anunció el secretario de organización del parido, Pablo Echenique.
Pero más importante, logró imponer una mayoría de sus candidatos en la dirección y también fueron ratificados sus programas para el futuro del partido, tercera fuerza política española, según fue anunciado durante el congreso de la formación en Madrid.
De esta manera, el profesor de Ciencias Políticas de coleta le ganó el duelo a su número dos, Íñigo Errejón, quien se había enfrentado al líder del partido en una agria disputa sobre el camino que debía seguir la joven formación política.
«Hay un mandato unánime para esta consejo, para este secretario general: unidad y unidad», lanzó Iglesias, tras conocerse los resultados. «Necesitamos un Podemos coral, fraterno y unido. Desde hoy nos ponemos a ello».
Poco antes, los militantes le corearon, y gritaron con entusiasmo «Unidad», cuando se paró a abrazar a su número dos.
Miles de simpatizantes se habían reunido desde el sábado en el palacio de Congresos de Vistalegre en Madrid, en medio de una creciente expectativa por los resultados de la votación, que Iglesias había presentado como un plebiscito sobre su permanencia al frente de la formación.
Si sus programas hubieran sido derrotados por los de Errejón, había amenazado con dejar el cargo.
Unión
Los militantes de esta formación nacida en 2014 al calor de las protestas contra la austeridad impuesta en medio de una brutal crisis económica, habían observado estupefactos e irritados el choque frontal entre Iglesias y su número dos.
Iglesias y Errejón, con una amistad forjada hace 14 años en la universidad, han mantenido un duelo muy mediatizado sobre el futuro de Podemos, que según las últimas encuestas se impone como la segunda fuerza política, por encima de los socialistas pero por detrás del gobernante Partido Partido Popular (conservador).
Errejón, de 33 años, defendía un concepto de transversalidad para captar electores de una izquierda más moderada. Iglesias defendía priorizar la acción en la calle de la formación antiasuteridad.
Errejón también buscaba el trabajo parlamentario, con inclusive alianzas con los socialistas, junto con los cuales ambas formaciones pueden imponerse al partido conservador en minoría.
Durante el congreso, los militantes insistieron una y otra vez en la necesidad de superar estas diferencias en una formación que dispone en coalición con los ecolocomunistas de Izquierda Unida de 71 de 350 diputados en el Congreso y gobierna en coalición en importantes ciudades como Madrid o Barcelona.
«Vistalegre es un momento para reflexionar, para unir este gran partido que es Podemos», dijo a la AFP la costarricense Ana Marcela Montanaro.
«Es imposible pensar que va a haber cualquier tipo de escisión», porque «sería suicida desligarse», estimó Alberto Gavín, un candidato de 37 años en la lista de Pablo Iglesias a un Consejo Ciudadano estatal.
El resultado «está bien, porque ahora hay claridad. Al final la gente siempre lo resuelve todo», dijo a la AFP la número tres de Podemos, Carolina Bescansa, quien había renunciado a la dirección en protesta ante lo que llamó una división «tóxica».
