Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
La procesión alrededor del parque central del municipio de San Esteban Catarina, San Vicente, daba paso a la conmemoración del Cuadragésimo aniversario luctuoso del Padre Alirio Napoleón Macías, quien fue asesinado por miembros de la extinta Guardia Nacional (GN) que llegaron disfrazados de “comerciantes de ganado”, al templo donde era párroco.
Las Comunidades Eclesiales de Base, fueron el nicho de trabajo del padre Masías, un sacerdote joven que gustaba de convivir con sus feligreses y predicar la buena nueva de Dios, pero también señalar el “pecado”, que se cometía contra la población que vivían en su mayoría, en extrema pobreza y otras desigualdades sociales.
El asesinato del padre Masías, el 4 de agosto de 1979, en el marco de tres operativos militares que se habían desarrollado, previos al ametrallamiento de la iglesia y la sacristía.
“Era un hombre amable, tomaba la guitarra y cantaba junto a la gente, era sencillo y de gran corazón, fue una gran pérdida para nosotros, lo único que nos consuela que está presente en nuestras vidas con sus enseñanzas”, dijo Martita Leiva.
Asimismo, el padre Edis Antonio Platero, párroco de la iglesia San Esteban Catarina, llamó a entregarse a ese compromiso personal, por el bienestar de otros, y sin esperar nada a cambio.
“El padre Macías, fue junto a otros diez sacerdotes sancionados por su trabajo pastoral y muchos de ellos, ahora mártires, encontraron en la palabra de Dios la liberación para amar al prójimo y sus comunidades”, reafirmó.