Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Yo era seminarista cuando conocí al padre Tilo Sánchez, y su legado es cierto, no está ya con nosotros, pero está en nosotros y creo que para la población organizada y consciente ha dejado retos y desafíos que hay que seguir como pueblo cristiano”, dijo el padre jesuita Miguel Ángel Hernández.
Las fotografías, pancartas, banderas y un resumen de la vida del sacerdote Jose Rutilio Sánchez dan la bienvenida a los asistentes a la misa del primer aniversario luctuoso de “Padre Tilo”, como es recordado por las comunidades y religiosos.
El Padre Tilo ha sido recordado como un defensor de las comunidades de Chalatenango, que integró en el contexto del conflicto armado al Frente Democrático Revolucionario (FDR) de El Salvador, sin abandonar su sacerdocio y su denuncia internacional sobre la represión contra el pueblo salvadoreño desde el poder del gobierno en turno.
El padre Miguel Ángel consideró que la labor pastoral de padre Tilo Sánchez, en Chalatenango, se podía tomar como una presencia de Dios, en una zona compleja como era Chalatenango durante el conflicto armado, pero que fue muy importante en la protección de los derechos humanos de la población.
“Recordemos que sentir la presencia de Dios es sentir que quiere la vida para su pueblo y eso significó para mí -algo muy importante- y lo sigue siendo ahora también. Creo que padre Tilo seguiría haciéndonos el llamado a la organización popular y la coherencia de vida para no caer en las tentaciones que el mal de la corrupción siempre nos pone y que con facilidad se promueve en estos tiempos, manifestó el padre Hernández.
Asimismo, recordó una canción que mencionaba al padre Tilo, “cuando el pobre cree en el pobre -dice el canto- vamos a cantar libertad”, y consideró que el “pueblo de Dios” no era toda la masa, sino una pequeña parte del pueblo con conciencia y, por tanto, debe seguir el legado del padre Tilo Sánchez.
“Cuando recibimos el sacramento de la confirmación se nos recuerda, que el espíritu santo viene a despertarnos, a darnos sabiduría, tantos dones y elementos que nos deben servir para llevar esa línea de un pueblo que está despierto y que se organiza -como decía Monseñor Romero- para no ser manipulado y hacerse respetar”, declaró.
“Debemos de seguir haciendo luz, en medio de las realidades en donde hay mucha idolatría y el poder. Como dicen, el poder es poder ya sea para izquierda o derecha, sino lo puedes llevar caes en la trampa de el. Es por esto, importante al lado de la organización debe ir la formación pero siempre la conversión”, acotó en su homilía.
Sobre Monseñor Oscar Romero, y la visión de un verdadero dirigente, el padre Miguel Ángel, reseñó los tres elementos claves que siempre propugnó, que era la alianza con Dios, porque se trabajaba con los hijos e hijas de Dios.
“Este dirigente debe vivir una vida coherente con la palabra que predica o propone de lo contrario podría convertirse en un campana que solo hace ruido. Y tercero, debe ser seguidor de Jesús, si quiere ser sal y luz, en donde las idolatrías van caminando y en donde los poderes y las transnacionales utilizan a los medios de comunicación para usar a las personas como un simple mercado de consumo y no les importa la justicia, la verdad y la libertad”, puntualizó, padre Hernández.
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