Desde el 7 de abril, El Salvador cayó en impago, luego que la fracción legislativa y la dirección del partido ARENA se negaran a dar los votos para modificar el presupuesto general de la nación y para adquirir un crédito para el pago de las obligaciones previsionales correspondientes al primer trimestre del presente año.
El partido ARENA mantiene una agenda desestabilizadora para que fracase el Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén. Solo así se explica, en primer lugar, que el principal partido de oposición mantenga una sistemática negativa a aprobar bonos o préstamos, pese a que el beneficio es para la población, y no para el Gobierno.
En segundo lugar, que haya una sistemática presión hacia el Gobierno para que reduzca su presupuesto y focalice los subsidios, en detrimento de las inmensas mayorías.
El Gobierno debe entender que ARENA no lo dará ni tregua ni concesión alguna, de allí que ya es tiempo de ponerle un alto a los chantajes de ARENA.
El jueves pasado, la opositora tricolor se negó a dar sus votos para obtener 57 millones de dólares, con lo que habría una partida en el presupuesto para cancelar a las AFPs, compromisos previsionales y fondos para el pago de las pensiones a la Fuerza Armada.
De acuerdo con el Gobierno, la situación de impago en la que ha caído el país, podría traerles consecuencias graves, como el incremento de los intereses en tarjetas de créditos y otras obligaciones similares. Esperemos que esto no sea así, pero es importante que la población salvadoreña lo tenga claro.
Ahora bien, sí está más que evidenciado que ARENA lo que busca es la desestabilización, y no le importan las consecuencias, como el hecho de que el país haya llegado al impago, es urgente que el Gobierno, aún y cuando mantenga su apuesta por el diálogo, debe buscar soluciones sin ARENA. Esto implica, que estrategas financieros, economistas y políticos, se sienten permanente en una mesa de crisis, liderada por el Presidente Salvador Sánchez Cerén, para encontrar el camino.
Es decir, que el Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén busque un mecanismo como lo hicieron las naciones de América Latina y el Caribe, para buscar solución a los problemas comunes sin Estados Unidos y sin Canadá.
Otro camino que debe tomar el Gobierno, como ya lo está haciendo el partido el FMLN, es denunciar, de forma masiva, la responsabilidad de ARENA en la actual situación de crisis, y la estrategia desestabilizadora. El recurso de las cadenas de radio y televisión, al menos señales, debería ser parte de la estrategia comunicativa del Gobierno. Guardar silencio sería un gran error.