Ramala/Prensa Latina
Partidos, activistas, políticos y diversas organizaciones palestinas condenaron la masacre ejecutada este miércoles por el Ejército israelí en la ciudad cisjordana de Nablus, donde murieron 10 personas y más de un centenar resultaron heridas.
Este es un nuevo acto de terrorismo de Estado, a través del cual el Gobierno de Tel Aviv busca distraer a la opinión publica israelí de la crisis nacional, denunció el primer ministro palestino, Muhammad Shtayyeh, en alusión a la polarización en ese país por una polémica reforma judicial.
Shtayyed llamó a Naciones Unidas a poner fin a su política de doble rasero al señalar que “alienta a Israel a continuar con su agresión contra nuestro pueblo”.
Por su parte, el portavoz presidencial, Nabil Abu Rudeina, advirtió que la escalada de violencia provocada por esta y otras acciones empujan a la región a una situación explosiva.
Estados Unidos debe adoptar medidas inmediatas y ejecutar una presión efectiva sobre su aliado, reclamó.
También el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados criticó “el ataque sangriento cometido por las fuerzas de ocupación”.
Esta masacre confirma el verdadero rostro de los racistas y la criminal ocupación israelí, que practica el terror y la matanza contra los palestinos a diario sin tener en cuenta las leyes y los tratados internacionales, ni los sentimientos humanos, afirmó el presidente del Tribunal Supremo, Mahmoud Al-Habash.
El funcionario llamó al pueblo palestino a terminar con sus diferencias al advertir que la vecina nación “no distingue entre un palestino y otro, partido o ciudad”.
Nuestro pueblo seguirá defendiendo sus legítimos derechos históricos y no retrocederá ante las políticas de terrorismo, matanza y opresión, subrayó en un comunicado el oficialista movimiento Fatah. Esta agresión confirma que Tel Aviv busca agravar la situación a través del terrorismo sangriento, expresó.
El Ministerio de Salud palestino reportó 10 muertos, incluidos un menor y una anciana, y 102 heridos tras el asalto este miércoles del Ejército a Nablus, ubicada en el norte de la ocupada Cisjordania.
Desde inicios de año los militares y los colonos israelíes mataron a 59 palestinos, incluidos 12 niños y dos ancianos, según datos de la agencia oficial de noticias WAFA.