Vilma Basilio
@Diario Co Latino
Como es tradición, illness el municipio de Panchimalco se vistió de colores, palmas y flores, al culminar las fiestas del lugar. Cada segundo domingo de mayo se realiza la tradicional procesión acompañada de la imagen de la virgen María.
En esta celebración, en la que también se pide por la buena cosecha al inicio de la estación lluviosa, participan personas de todas las edades que se unen a decorar las palmas de coco con flores naturales o artificiales.
Los preparativos inician con una semana de anticipación, ya que los cantones, comunidades y caseríos buscan donde cortar las palmas de cocos para lograr devastar las hojas e incrustarle flores. Con esto se demuestra la creatividad decorativa de cada personas o comunidad.
La idea es no perder esta tradición, ya que se transmite de generación en generación, porque se trabaja en equipo y se comparte con las personas de distinto cantones y caseríos, a la vez que se presenta la mayor cantidad de palmas durante la procesión. En esta jornada los pobladores católicos ofrecen su devoción a la Virgen María y dan la bienvenida al invierno, ya que con las primeras lluvias se reverdecen los campos y germinar las flores.
El pintoresco pueblo de Panchimalco recibe con esta devoción el agradecimiento de cientos de personas que marchan con palmas de cocos en sus manos, las flores de diferentes colores, texturas y tamaños van acompañadas de frutos recolectados y piden que durante el año no falten y se den en abundancia.
Esta tradición también ofrece a los visitantes bailes folklóricos, comidas y bebidas típicas entre otros, ya que este municipio forma parte de Pueblos Vivos en El Salvador.
Al final de la celebración se realiza una santa misa que se lleva acabo en la iglesia de pueblo y donde es homenajeada la virgen María en honor a la madre de Dios y por todas las madres de El Salvador.
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