Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Las principales dificultades que los jóvenes enfrentan en la búsqueda de empleo durante la pandemia del COVID-19 son cierre de plazas, despidos o congelamiento de puestos recién contratados, poca o escasa experiencia laboral y priorización de las empresas entre jóvenes y personas con experiencia, así lo determinó el estudio “Mercado Laboral, Cadenas de Valor y un Modelo de Atención para Jóvenes de Empleo y Emprendimiento”, de Plan Internacional y la Asociación Agape de El Salvador.
Según el estudio, el 50 % de las empresas suspendió labores debido a las medidas de confinamiento obligatorio y el 42 % tuvieron un flujo de efectivos insuficiente para mantener el personal y las operaciones comerciales. Tanto las empresas como los jóvenes emprendedores fueron afectados por el desabastecimiento de materia prima y falta de consumidores o compradores de sus servicios y productos, ante las medidas de restricción de movilidad.
Entre las medidas tomadas por los emprendedores para mitigar o disminuir el impacto económico está, adecuar sus estrategias de venta y de prestación de servicios, bajar los precios para ser competitivos, reducir la calidad de la materia prima, auxiliarse de red de amigos y redes sociales para promocionar el producto. Algunos otros tuvieron que cerrar e iniciar posterior al confinamiento, lo cual provocó un retroceso en la calidad de vida de las familias.
El estudio se desarrolló desde septiembre 2020 hasta febrero 2021, en los departamentos de Sonsonate, Santa Ana, San Salvador, La Libertad y Chalatenango, donde Plan International ejecuta sus proyectos. Participaron 87 empresas, de las cuales el 17 % dijo que no es posible calcular el tiempo de recuperación económica a raíz del COVID-19, el 26 % indicó que podría ser de 6 meses a un año, y un 28 % mencionó que tardaría más de un año.
Ramón Alberto Vega -director ejecutivo de la Asociación Agape de El Salvador- consideró importante los resultados del estudio, porque permitirá afinar la oferta de servicios, formación profesional y empleabilidad, ajustándola a las necesidades de los jóvenes y lo que los empleadores esperan de ellos. Entre los aspectos a modificar es el tema de género, pues las capacidades a fortalecer entre las mujeres son distintas a las de los hombres. “Agape debe ajustar sus líneas para ofrecer servicios de formación, robustecer entre los jóvenes las capacidades socioemocionales, habilidades técnicas y tecnológicas que puedan ayudar a generar un mejor mundo y un mejor El Salvador, todo ello en una nueva normalidad que llegó para quedarse y que tenemos que ajustarnos a ella”, añadió Vega.
A pesar que los jóvenes poseen diferentes dificultades para ingresar a una oportunidad laboral, se identificó que quienes residen en zonas rurales y lejanas, poseen mayores desafíos para obtener un empleo, sino también les dificulta su participación en programas o proyectos orientados a su inserción laboral; por lo cual las instituciones formadoras, deben crear y aplicar estrategias que permitan un mayor alcance y difusión de las actividades en favor de disminuir esas brechas.
Esta situación podría solventarse si se les capacita de forma intencionada para replicar los aprendizajes, ayudando por un lado a otros jóvenes a superarse y por otro, a ellos mismos pues podrían recibir un salario el cual les permitan continuar con sus planes de vida.
Carmen Elena Alemán -directora país de Plan Internacional- dijo que durante la pandemia del COVID-19 las empresas han sido afectadas en el sector comercio, industria y servicios, pero tienen una proyección de crecimiento de aquí a 2025, la cual contempla una recuperación donde demandarán trabajos relacionados con hotelería, turismo, temas financieros, comercio y ventas; así conociendo la demanda se pueden enfocar los esfuerzos y ofrecer a la juventud proyectos para insertarse al mercado laboral.
Dentro de las proyecciones de contratación hacia 2025, los sectores económicos prospectan crecer en un 15 % el área de comercio, 21 % la industria y un 25 % el área de servicios, siendo la mayor demanda de puestos de trabajo los jefes de cocina, personal para atención al cliente, agentes de call center, jefes de tiendas, analistas financieros, servicio post ventas, analistas financieros, servicio post ventas, ejecutivos de ventas, operarios de producción, analista de mercadeo, community manager, operarios de costura para la industria textil, entre otros.
El sector productivo visualiza que una de las formas de apoyar a los jóvenes es trabajar conjuntamente con instituciones dedicadas a la formación ocupacional juvenil y quienes, a su vez, intervienen con éxito en los procesos de colocación laboral.