@JoakinSalazar
En la reunión sostenida entre líderes de las diversas pandillas y el diputado Ernesto Muyshondt y el Alcalde Salvador Ruano, clinic del partido ARENA, order se establecieron una serie de acuerdos, entre ellos, que los marereros y pandilleros votaron por Norman Quijano y René Portillo Cuadra, y que de triunfar en las elecciones, los pandilleros “garantizarían cinco años de estabilidad”.
La negociación llegó hasta tal grado que Muyshondt consultó el parecer a los pandilleros del futuro Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, que Quijano pretendía nombrar, y se refirieron concretamente a Facundo Guardado.
Además, Muyshondt propuso hasta el cierre del Centro Penal de Zacatecoluca. Hoy se puede inferir que el volumen de delincuencia se debe a la derrota de Quijano y Portillo Cuadra, pues, lejos de contribuir a una estabilidad del país, los pandilleros han incrementado su accionar.
“Una cosa es el compromiso de nosotros a estabilizar el país en los próximos cinco años, el cual estamos en la plena disposición de hacerlo”, expresó uno de los voceros de las pandillas en su segunda reunión con Muyshondt y el alcalde arenero Salvador Ruano.
Además, los mismos miembros de pandillas detallaron que ellos contaban con un futuro estable o no, el cual ellos lo tendrían o generarían como tal.
“Tenemos futuro estable o inestable, lo tenemos. Pero queremos un futuro estable, con esas cosas discutidas o dialogadas, algo se puede ir haciendo con el proceso de pacificación que se viene haciendo hace dos años, de ganar las elecciones ustedes (ARENA)”, dice uno de los pandilleros a los representantes de ARENA.
Este hecho ha generado diversas opiniones encontradas en las que se afirma que las pandillas aún tienen incidencia y que dicha negociación abrió paso a un proceso de desestabilización en el territorio salvadoreño.
En los 21 meses de gobierno de Salvador Sánchez Cerén, los índices delictivos se incrementaron, con un promedio de 23 homicidios diarios. El año 2015 ha sido considerado como el más violento de la historia salvadoreña tras los Acuerdos de Paz.
Pese a las políticas de seguridad implementadas, el diálogo sostenido por ARENA podría haber establecido un proceso de desestabilización, con el incremento de los homicidios, bandera de lucha que ha retomado el partido ARENA.
Por lo que crece el cuestionamiento en el sentido de ¿esta negociación tomó algún otro rumbo? Con dicha pregunta crece la duda de a quién o a quienes beneficia la incidencia de la violencia en el país.
Además, la campaña mediática que se mantiene en contra del gobierno, ante la ola de violencia e inseguridad, razón por la que se sigue generando zozobra entre la población, esto sin contar con el miedo generado por los supuestos “toques de queda” en algunas zonas impuestas por los pandilleros.
Y cuando el gobierno implementa políticas para controlar la situación de violencia, los pandilleros siguen su ruta de desestabilización y el partido tricolor cuestiona la labor del gobierno.
Recientemente, once personas murieron por manos criminales en San Juan Opico, de este hecho las autoridades policiales no han esclarecido aún los hechos, pero diversos sectores sociales han indicado que pudiera existir un interés por haberlo generado, haciendo quedar mal al gobierno.
Además, el partido ARENA se ha vuelto el máximo crítico de las políticas de seguridad del gobierno en el tema de seguridad, oponiéndose a las medidas excepcionales y exigiendo que el gobierno busque la manera de detener a los grupos criminales.