Ciudad del Vaticano/AFP
El papa Francisco recibirá el próximo 24 de mayo en el Vaticano en audiencia privada al presidente de Estados Unidos Donald Trump, una reunión que se prevé delicada y precedida de tensiones.
Se trata del primer encuentro entre los dos líderes, quienes tienen posiciones muy diferentes sobre temas como migración y cambio climático.
El presidente de Estados Unidos y el primer pontífice de origen latinoamericano defienden modelos económicos y sociales opuestos, y han chocado en temas como la construcción de un muro entre Estados Unidos y México para frenar la migración y la necesidad de tomar medidas globales para aliviar el cambio climático.
En su primera gira al exterior, Trump tiene previsto viajar a Italia para participar en una cumbre del G7, que se realizará los días 26 y 27 de mayo en Taormina, en Sicilia (sur).
Tras el encuentro con el papa, el nuevo presidente de Estados Unidos partirá a Bruselas, donde asistirá a una reunión, el 25 de mayo, de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Durante su breve visita al Vaticano, el presidente estadounidense se reunirá también con el número dos de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin y con el secretario para las Relaciones con los Estados, una suerte de ministro de Relaciones Exteriores, monseñor Paul Gallagher.
La audiencia con el papa ha sido fijada a las 8:30 de la mañana, hora local, particularmente temprano.
Cruce de declaraciones
Faltando sólo unas cinco semanas para la cumbre en Sicilia, la Casa Blanca no había aún solicitado oficialmente la audiencia papal, lo que suscitó muchas especulaciones.
Los mandatarios suelen solicitar al Vaticano con varios meses de antelación audiencias con el papa, quien en general las concede.
El pasado 19 de abril, el mismo papa Francisco manifestó que estaba dispuesto a recibir a Trump aunque confesó que todavía no había recibido ninguna solicitud oficial.
Históricamente, todos los presidentes del siglo XX de Estados Unidos han solicitado entrevistas con el papa durante sus viajes a Italia.
Barack Obama se reunió dos veces con el papa Francisco, una en el Vaticano en 2014 y otra durante el viaje del pontífice a Estados Unidos en 2015.
Obama también fue recibido en el Vaticano por el antecesor de Francisco, Benedicto XVI, en 2009.
Las relaciones entre Francisco y Trump se enturbiaron después de que en febrero de 2016, a bordo del avión de regreso a Roma desde México, el papa criticara las declaraciones contra los emigrantes del entonces precandidato presidencial republicano.
«Una persona que piensa sólo en hacer muros, sea donde sea, y no hacer puentes, no es cristiano. Esto no está en Evangelio», dijo Francisco ante una pregunta de los periodistas sobre su opinión con respecto a la promesa electoral de Trump de construir en la frontera con México un muro de 2500 kilómetros, y de deportar a los 11 millones de inmigrantes ilegales que hay en su país si ganaba las elecciones.
Trump, por su parte, había acusado al papa de ser un «hombre político» y una suerte de instrumento del gobierno mexicano para la política migratoria, a lo que el papa contestó con ironía.
El encuentro marcará el primer contacto oficial entre Trump y el líder de casi 1.300 millones de católicos y probablemente allanará las tensiones, fiel a la tradicional línea diplomática del Vaticano de recibir y escuchar a todas las partes.