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Papelón en cancillería peruana. 

Isaac Bigio
Politólogo economista e historiador
De un canciller rojo a uno naranja.
El 29 de julio del 2021, cuando Castillo nombró a su primer Gabinete colocó al exguerrillero Hèctor Béjar a cargo de las relaciones exteriores. Mientras él reanudó relaciones con Caracas y buscó acercarse al ALBA, su último canciller, Miguel Ángel Rodríguez Mackay (MARM), quiso romper con todo elemento de progresismo y nacionalismo en política internacional.
El Presidente Castillo está por nombrar a su quinto canciller. MARM) se posesionó el 5 de agosto y apenas duró 5 semanas. Antes de que cumpliera su quinta día en el cargo, MARM rompió relaciones con los saharauis. Castillo se ha demorado un mes en rechazar ello, algo que lo hizo solo en su cuenta de Twitter, lo cual es un papelón. Empero, el escándalo es mucho mayor.
MARM no fue un canciller de 5 estrellas. Su paso por Torre Tagle fue todo un escándalo. El Perú en su bicentenario había decidido reconocer la independencia de la únicas de las 20 repúblicas hispanohablantes que está militarmente ocupada contra la voluntad de su población (la saharaui). Emper, MARM decidió romper con esta y avalar la anexión y limpieza étnica que la monarquía absolutista de Marruecos viene realizando contra esta.
Pese a que el actual Gobierno se reclama democrático, nacionalista, medioambientalista y popular, MARM votó por su rival Keiko Fujimori, llama a excarcelar a los exditadores Fujimori de Perú y Añez de Bolivia, justifica al único rey despótico del Atlántico (el de Marruecos quien, además de nunca haber permitido la democracia en su país, ha lanzado napalm y construido el muro más minado del planeta para imponer una limpieza étnica contra los saharauis), quiere conceder la Amazonía y el mar a grandes corporaciones (incluso pide firmar una convención para que las 200 millas del mar se reduzcan a solo 12), rechaza el acuerdo ecologista de Escazú y siempre ha repudiado a todo lo que tenga que ver con el progresismo.
Rodríguez Mackay había caracterizado a Castillo como un «comunista» hasta el inicio de su quinquenio y pidió a la OEA que intervenga ante las denuncias de fraude electoral en Perú. ¿Cómo un enemigo frontal fue nombrado ministro? Por què se pasó de un canciller, como Béjar, que aún reivindica su formación roja y comunista por la de uno que votó naranja y quiere liberar a Fujimori?
Inconsistencias.
Durante años, Rodrìguez Mackay fue el internacionalista más publicado en el Grupo El Comercio y uno de los más citados o entrevistados por Expreso y otros medios anticomunistas. El político al que MARM más admiró fue a Bedoya, quien durante más de medio siglo fue la cabeza del conservadurismo peruano y de quienes dentro de esta corriente colaboraron con el fujimorismo. Sin embargo, su llegada al Gobierno no varió un ápice la hostilidad del mayor grupo de prensa peruano ni de ningún otro medio anti-izquierdista, y tampoco hizo que uno solo de los congresistas derechistas dejase de
promover la caída de Castillo.
MARM no tiene ninguna experiencia diplomática y su llegada a Torre Tagle produjo la renuncia de los embajadores peruanos ante la OEA y la ONU. Tampoco era un gran analista internacional. Sus columnas están plagadas de datos inexactos y de pronósticos que no se dieron (predijo que en Chile el ultraderechista Katz iba a ganar la Presidencia y que Rusia iba a conquistar Ucrania apenas la invadió, cuando ya va más de medio año de guerra y esta no ha logrado capturar sus 2 mayores urbes o 3/4 del país).
Tampoco él sintonizaba con la política exterior del grueso de Latinoamérica. Él secundó los golpes en Bolivia y Venezuela (incluso allí apoyó que Guaido se autojuramente como Presidente y pide que su nación sea invadida como vía para llevarle al poder), acusa a los moderados de la derecha como «caviares» y es hostil a la UNASUR y a la CELAC, los 2 mayores intentos regionales para hacer un bloque autónomo ante EEUU, pues él solo quiere una fuerte OEA capitaneada por EEUU.
Con la tiranía marroquí.
¿Por qué entonces Castillo lo puso como canciller? ¿Quizás se pensaba que él iba a ayudar a que Marruecos nos dé fertilizante o ayude a construir el ferrocarril de la costa? Cuando él era antes asesor del Ministerio de Agricultura, su titular dijo que Marruecos iba a estar en la construcción de un tren bala por todo el litoral. ¿Qué tenía que hacer este ministerio en un asunto que compete al de Transportes? ¿Tal vez este se había acercado a la tiranía marroquí para conseguir los fertilizantes que esta extrae de las tierras que ha expropiado a los saharauis? Al final, Castillo ha dicho que hay que recurrir al guano, del que antes fuimos el principal exportador del mundo y que sirvió para la agricultura inca y global.
La distancia de Tacna a Tumbes es de 2,500 kms, algo que es 7 a 8 veces mayor que la que cubren como promedio los principales trenes bala del mundo (incluyendo el de Marruecos). Tal mega-proyecto requeriría de unos $20 mil millones (sin contar con comisiones a corruptos). ¿Por qué optar por Marruecos, donde hay tanta malvesación de fondos y cuyos sistemas los ha importado de Francia? ¿Por qué no construir un tren normal con un ramal que pase por la costa y otro por la sierra uniendo el norte y el sur (siguiendo una ruta similar al camino inca) con costos más reducidos para poder emplear el dinero restante en escuelas, caminos, hospitales, etc.? ¿Por qué no darle prioridad a los britànicos que fueron los que iniciaron el sistema férreo en el mundo y en el país, o a los chinos que tienen las mejores y más baratas tecnologías para ferrocarriles para alturas y desiertos?
Sin principios.
La cancillería de MARM ha perjudicado mucho la imagen internacional del Perú. Ningún otro Gobierno reconoce a una república (como fuer la saharaui), al año rompe con esta y al mes siguiente vuelve a reconocerla. Ha atacado muy duro al Grupo de Puebla y al Foro de São Paulo (quienes hoy dirigen la mayor parte de Hispanoamérica y están a punto de ganar en Brasil). Ha provocado a presidentes amigos como López de México, Arce de Bolivia, Maduro de Venezuela y Boric de Chile, pues él poco antes de ser canciller tuvo frases muy duras en su contra.
Llama la atención que nunca nadie en el Congreso ha buscado interpelarlo y censurarlo, ni siquiera PL (quien sí hizo eso contra las izquierdistas ministras Vásquez y Chávez). Tampoco el radical Bermejo ni su bancada (PD), así como las de PB o BM pidieron su caída. Quienes han querido deponer a Castillo por pedir mar a Bolivia, ni se han inmutado cuando MARM ha estado dispuesto a renunciar al 94% del mar territorial.
Ni MARM se autocriticó de ninguna de las diatribas que antes lanzó contra Castillo o Torres, ni el Gobierno hace lo mismo por haber colocado en el principal ministerio que hay a alguien tan hostil al programa con el cual fue electo. Ni el Presidente ni su renunciante Canciller han demostrado basarse en principios.

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