Por: Rolando Alvarenga
Más allá de que si Cristina López está en condiciones de viajar a los Juegos Panamericanos Toronto 2015, cialis sale la Comisión Técnica de la Federación Salvadoreña de Atletismo deberá tener bien específico y presente el tiempo que hicieron las marchistas que compitieron en los 20 kilómetros en la reciente Copa Panamericana de Marcha, capsule celebrada el 9 y 10 de mayo en Arica, Chile.
Lo anterior tiene lugar en el proceso de darle luz verde a la misteriosa diputada, que el pasado fin de semana no se presentó a un torneo selectivo donde el presidente de esta federación, Juan Carlos Ramírez, tenía inquietud dirigencial por observar su rendimiento físico-técnico.
De acuerdo a los apuntes de Ramírez, Cristina clasificó para Toronto con un tiempo de una 1 hora 41 minutos y 57 segundos, pero, varias semanas después, hizo un crono de 1 hora y 57 minutos al marchar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, México.
Pese al tiempo registrado en Veracruz, la andarina no vino al país para retomar sus entrenamientos con el fin de bajar el tiempo, sino que regresó a incorporarse a la campaña proselitista de su partido. Un día, el “Comité de la Torre” apareció imponiendo a la federación al cubano Rigoberto Medina para que trabajara el Plan Caminante y, por ende, con Cristina.
El caso es que, mientras Cristina estaba en el proceso de asumir un curul en la Asamblea, en Chile se disputó la Copa Panamericana de Marcha que dejó, en los 20 kilómetros, unos tiempos que servirían para quitarle el hipo a Cristina.
Ahí, María González de México cronometró 1 hora 29 minutos y 21 segundos; Kimberly García de Perú paró los relojes en 1 hora 31 minutos y 13 segundos; mientras que Mirna Ortiz de Guatemala registró 1 hora 31 minutos 31 segundos. Claro está que, tras registrar estos tiempos, las tres andarinas esperan pelear en Toronto por el oro, plata y bronce y, obvio, bajar sus tiempos.
Los numeritos impuestos en la Copa de Arica nos indican, fríamente, que “Cristi” está muy lejos del tiempo real y que, por más misterio que le meta su entrenador (quien gusta del turismo y que encajó dos reveses en Arica) difícilmente podrá acercarse a la 1 hora 29 minutos 21 segundos de la marchista mexicana María González.
Viene al caso recordar que, cuando Cristina ganó el oro en los Panamericanos de Río en 2007, paró las agujas del reloj en 1 hora 38 minutos 59 segundos. Ocho años después y, tal como lo demostraron los resultados de la Copa de Arica, los tiempos han bajado mucho y “Cristi” no es una súper atleta.
En consecuencia, y salvo que le pongan un motorcito, difícilmente la Comisión Técnica del Atletismo le terminará dando el aval y, si se lo da, quedará muy mal parada con respecto a criterios técnicos serios, profesionales y realistas. Algo así como los que utiliza el “comité por gusto” para inflar contingentes.