José Guillermo Mártir Hidalgo
Salvador Hernaez en su artículo “Nos están volviendo locos. Manipulación electrónica: así controlan nuestras mentes”1, viagra sostiene que la violencia cotidiana permite armar a los pueblos para guerras externas e internas. A la vez, sales crear más fuerzas de seguridad que defiendan los intereses de los poderosos y formar servicios de inteligencia, pills que manipulen y deformen la realidad a través de los medios de comunicación.
La televisión es el arma más despiadada para someter y manejar a un pueblo. Y la publicidad es la forma más sutil para volvernos locos. La publicidad no solo vende lo que se cree ver en los anuncios, sino, también estimula el inconsciente. De hecho, todo producto está pensado que llegue al consumidor por la vía consciente o inconsciente. El Taquitóscopio era un proyector de películas que tenía un disparador de alta velocidad, que enviaba mensajes cada cinco minutos a 1/3000 de segundo. Ahora hay técnicas más sencillas y eficaces como los anuncios emitidos con luces de baja intensidad, que proyectan los anuncios continuamente.
El exceso de agresividad dentro de nuestros hogares por medio de la televisión tiene un propósito comercial y social. La violencia excesiva ha conducido a la banalización e insensibilidad, donde la agresividad se percibe como un comportamiento normal. La televisión engendra que muchos adolescentes pierdan contacto con la realidad. Hernaez cree que todo éste clima de locura colectiva tiene como propósito, que la población exija el control electrónico de todos los ciudadanos.
Luis Rojas Marcos en el artículo “Las semillas del crimen”2 sostiene, que occidente enfrenta una epidemia de delincuencia juvenil. El origen del criminal violento son los hogares patológicos caracterizados por abusos y humillaciones. Los que crecen en un ambiente de malos tratos físicos, psicológicos y carentes de adultos que sirvan de modelo, se vuelven emocionalmente insensibles a estos horrores.
Los medios de comunicación, particularmente la televisión, alimenta las raíces del crimen violento al ensalzar la agresión, al impulsar un romanticismo por las conductas sociopáticas y alabar argumentos que celebran la agresión como medio para solventar los conflictos. Igualmente el grupo antisocial organizado, en nuestro caso las maras o pandillas, induce a los jóvenes a crecer sin moral y sin esperanza. Las costosas semillas del crimen son la mutilación espiritual del niño y la deformación del carácter, al socavar el respeto por la dignidad, la compasión hacía el sufrimiento y el valor a la vida.
En su artículo “Como afectan las maras en la sociedad salvadoreña”3, Dina Beatriz Escobar Rivera plantea que diariamente se asesinan entre doce a dieciséis personas. En su mayoría los autores son las maras o pandillas. Los mareros oscilan entre los dieciséis y veinticinco años. Han dejado de estudiar para ganar dinero fácil a través de las extorsiones. Ya que los ciudadanos pagan para tener su vida a salvo. Son consumidores de drogas y distribuidores de las mismas en barrios, escuelas y colegios. Son aproximadamente unos treinta mil jóvenes y niños. La mayoría hombres, solo un cuarto de ellos son mujeres. Los tatuajes, la manera de vestir y el peinado, distingue a la pandilla a la que se pertenece.
Son organizaciones dirigidas por un jefe el cual no sale a hacer homicidios, anda con menos tatuajes y se viste bien. Los líderes se encargan de entrenar a los nuevos miembros. Controlan áreas importantes de territorio en las ciudades. Los jóvenes entran al mundo de las maras por hogares desintegrados y disfuncionales, la extrema pobreza, la marginalidad, la interrupción de estudios, el abandono de oficios y al acceso al consumo y distribución de drogas. Otras causas son la transculturización, la imitación, el sentido de pertenencia, el desencanto y el escapismo.
LA CIVILIZACIÓN HA SIDO CREADA POR PSICÓPATAS
Ya Sigmund Freud en su obra “El malestar en la cultura”4 sostenía que la cultura genera insatisfacción y sufrimiento. Mientras más se desarrolla la cultura, más crece el malestar. La civilización, en gran parte, ha sido creada por psicópatas. Kern Barrett en su artículo “El anochecer de…los psicópatas”5 menciona, que el inventor de la civilización fue el primer cacique tribal que lavo el cerebro a un ejército controlado de asesinos de masas. Barrett asevera que pandillas de psicópatas han gobernado a través del miedo, la mentira y la intimidación.La receta para una civilización es, lavado de cerebro a través de mentiras para crear un ejército controlado de asesinos de masas. Luego, usar ese ejército para esclavizar a personas. Usar el poder para mejorar el proceso de lavado de cerebro y regresar al paso uno y repetir el proceso.
Las instituciones militares han sido diseñadas específicamente, para asesinos psicópatas. Peter Watson en su obra “Guerra, persona y destrucción: usos militares de la psiquiatría y la psicología” opina6, que la ciencia militar trata de modificar los sentimientos hacia la guerra y busca la deshumanización del enemigo, anulando las inhibiciones para matar a un adversario y así justificar todo tipo de crímenes.
El Brigadier General S.L.A. Marshall confirmó que entre el ochenta y ochenta y cinco por ciento de los soldados que participaron en la Segunda Guerra Mundial no dispararon. Solo el quince o veinte por ciento de los soldados usaron sus armas. Una pequeña minoría de soldados y unos pocos maníacos, temporalmente, llevaron a cabo toda la matanza.
Tenemos el conocimiento para diagnosticar las personalidades psicopáticas y desmantelar las instituciones en las cuales prosperan. Es necesario informar al público como los psicópatas escogen y corrompen a seres humanos normales. La asociación psicopática o ponerológica forza al neófito a involucrarse en una conducta ritualizada, para destruir su personalidad normal y convertir al escogido, en una versión corrompida y degradada de su antiguo Yo.
Los psicópatas están en todas partes. La mayoría no son asesinos. Los peores llevan ropa de marca y ocupan suntuosos despachos. Están en la política y en las finanzas. Los psicópatas presentan un carisma sin consciencia, que les permite una capacidad de controlar a los demás. Engañan, chupan la esencia y cuando ya no les sirven los botan7.
La psicopatía es un comportamiento con anomalías neurológicas. El neuro anatomista James Fallon expresa, que en el cerebro de criminales existan zonas apagadas: el córtex orbito frontal y la amígdala. El primero se encarga de la ética, la moral y la toma de decisiones. La segunda procesa las emociones, la agresión y la violencia.
Los psicópatas tienen dificultad para emocionarse o dejarse impresionar por el sufrimiento ajeno y carecen del freno que impone el lóbulo frontal a los impulsos y si la acción es moral o éticamente aceptable. La amígdala no les avisa de los daños o el sufrimiento que van a causar al tomar una decisión. Vicente Garrido distingue entre sociópata y psicópata. El sociópata ha sufrido malos tratos o abusos sexuales y ha crecido en una subcultura muy violenta. El psicópata pudo haber tenido abusos infantiles, pero, lo determinante es su constitución genética. Existe una enzima que se relaciona con el comportamiento agresivo y violento, esta es la Mono Amino Oxidasa A (MAOA). La MAOA se ubica en el cromosoma X. Cantidades excesivas de MAOA se traduce en escasez de neurotransmisores (dopamina, serotonina y norepinefrina) manifestándose depresiones y esquizofrenias. Insuficientes cantidades de MAOA provoca una tormenta de neurotransmisores, por lo que se dispara la agresividad. La rehabilitación nunca funciona, por lo que se debe apostar por un sistema de detección psicopática8.
INSTRUMENTOS DE DETECCIÓN
La Lista de Chequeo de Psicopatía Revisada (PCL-R), es una herramienta de tasación psicológica para evaluar la presencia de psicopatía en los individuos. Es un inventario de veinte ítems que se tienen que completar con una entrevista semiestructurada y la revisión de “información” colateral. Los etiquetados como “psicópatas” tienen un alto riesgo de reincidencia y una pequeña probabilidad de rehabilitación.
Cada uno de los veinte elementos se califica en una escala de tres puntos: la puntuación cero para nunca, la puntuación uno para alguna vez y la puntuación tres para a menudo. La puntuación máxima es de cuarenta y el punto de corte es treinta9. Los ítems de la PCL-R son los siguientes: facilidad de palabra/encanto superficial, sentido desmesurado de auto valía, necesidad de estimulación y tendencia al aburrimiento, mentiroso patológico, estafador/manipulador, ausencia de remordimiento o sentimiento de culpa, afecto superficial, insensibilidad afectiva/ausencia de empatía, estilo de vida parasitario, pobre autocontrol de la conducta, conducta sexual promiscua, ausencia de metas realistas a largo plazo, impulsividad, irresponsabilidad, incapacidad para aceptar las responsabilidad de las propias acciones, frecuentes relaciones maritales de corta duración, delincuencia juvenil, revocación de libertad condicional y versatilidad delictiva.
La PCL-R arroja puntuaciones en dos factores (interpersonal-afectivo y desviación social). Evalúa cuatro facetas (interpersonal, afectiva, estilo de vida y antisocial) y proporciona una puntuación general de psicopatía. Una puntuación debajo de nueve indica una psicopatía muy baja. Entre nueve y dieciséis puntos, una psicopatía baja. De diecisiete a veinticuatro puntos, una psicopatía moderada. De veinticinco a treinta y dos puntos, una psicopatía alta. Y de treinta y tres a cuarenta puntos, una psicopatía muy alta10.
El Psicópata Integrado es determinado por la puntuación del Factor Uno (Interpersonal-Afectivo) y se correlaciona con el Trastorno Narcisista de la Personalidad. El Psicópata Marginal lo da la puntuación del Factor Dos (Desviación Social) y se correlaciona con el Trastorno Antisocial de la Personalidad, Trastorno Limite de la Personalidad y el Trastorno Disocial de la Personalidad.
Otro instrumento para detectar psicopatía es el Cuestionario Revisado de Personalidad de Eysenck (EPQ-R). El número total de ítems es de ochenta y tres con alternativas Sí o No y mide cuatro factores: extraversión (E), Neuroticismo (N), Sinceridad (L) y Psicoticismo (P). El Psicoticismo mediría la Psicopatía Primaria. La Extraversión y el Neuroticismo, están relacionadas con la psicopatía secundaria. Las tres variables se correlacionan con la conducta antisocial11.
Los puntajes directos deben transformarse en Puntuaciones T. Debajo de treinta y cinco significa muy pocas conductas antisociales. Entre treinta y seis y cuarenta y cinco significa pocas conductas antisociales. Entre cuarenta y seis y cincuenta y cinco significa moderadas conductas antisociales. Entre cincuenta y seis y sesenta y cinco significa bastantes conductas antisociales. Y entre sesenta y seis y noventa y nueve significa muchas conductas antisociales.
Inventarios derivados de la PCL-R son: la Lista de Chequeo de Psicopatía Revisión Versión (PCL: SV) y Lista de Chequeo de Psicopatía Versión de la Juventud (PCL: YV). Y cuestionarios derivados del EPQ-R son: el EPQ-J para niños entre ocho y quince años de edad. Y el EPQ-A para jóvenes de dieciséis años en adelante.