Luis A. Chávez
Luis Antonio Chávez: Estudió Contaduría y Periodismo en la Universidad de El Salvador. Perteneció al Círculo Literario PATRIAEXÁCTA [1990, healing gestado en la UES]. Al grupo literario Silencio [1993], treat Alternativa Literaria Somos de Barro, en [1994] Grupo Literario Emergente [2005]. Ha publicado artículos en periódicos y revistas nacionales e internacionales [España, Chile, Brasil, Alemania, Italia, Arabia Saudita, EE.UU. Costa Rica, Guatemala -en la revista Horas Extras fue escogido sus poemas como exponente joven de la literatura centroamericana]. Subcoordinó El Suplemento Cultural 3000, de Diario Co-Latino, [1993-1995]. Dirigió con miembros de Silencio las antologías poéticas De barro somos [homenaje al poeta Ulises Masís, fallecido en 1992]; la antología Del silencio a la alternativa: un solo verbo [1996], editó el libro Había una vez en Soyapango, compilación de los trabajos infantiles de cuento y dibujos galardonados por la Alcaldía de Soyapango, [2001]; diseña y edita la antología de poesía salvadoreña Primavera entre versos, del Grupo Literario Emergente [2005]. Ha sido jurado calificador, junto al poeta David Escobar Galindo, de diversos certámenes literarios. PUBLICACIONES: Amortajando los colores, [Costa Rica, 1991]; Un grito a dos voces, [1993]; Poesía para un canto nuevo [1993]; Después de la Tormenta llega la calma [1996]; Oda a la soledad [2002], Los hijos del trueno [2003]. Primavera de los poetas [2005-2006]; Primavera entre versos, [Concultura, 2005], Poetas por El Salvador [Editada por la literata francesa María Poumier] y Literatura Homenaje [Publicada por el poeta, escritor e investigador Jorge Vargas Méndez, [2008]; Para endulzar tu nombre [2011]; A golpe de fuego [2012]; en la actualidad tiene las novelas Secuestro y La Cita, [inéditas] y trabaja simultáneamente en las novelas El Duende y De la luz a la oscuridad.
SANGRE VIVA
Qué no diera por mostrarte amada mía,
este canto universal que ya no es mío;
si te digo el verbo, tiene sangre mía,
y no puedo gritar al viento este vacío…
La pena no la quita ni la quina,
ni el médico que ya sacó una maestría;
-vente-, digo, y no llegas a la esquina
mas en mi pecho hay mucha melancolía.
No es que no quiera contarte mi verdad,
que mi pecho se agita con tu nombre,
y mi voz, cual barco, va a la deriva…
pensándolo bien, qué importa la oquedad
que hay en mí. ¿Sabes?, soy el hombre
que de tu ser saca la sangre viva.
APRENDIZAJE
Al roce de los cuerpos eché lumbre.
No hubo tiempo de llamar al bombero;
despacio nos apretamos. Sin sombreros
nos abanicamos como en una cumbre.
El calor fue intenso. No era costumbre,
afuera, el invierno furioso crecía
sin miramientos. Mi cuerpo apetecía.
¡Vamos! -decías- que no se apague la lumbre.
Por cada espasmo, el lecho se estremecía…
y el sudor de nuestros cuerpos desprendía
hasta formar un río en aquella escena…
Ese día no hubo tiempo de hacer cena,
pues juntos saciamos lo que queríamos
Mujer, sin saberlo, a amarnos aprendíamos.
I
Tu cuerpo lo inventé
sollozando ternura
juntos…
edificamos un invierno…
VII
¿Te puedo pedir un favor?
Trata de sacarme de ti ahora que puedes
de alejar mi nombre de tu pecho,
porque al conocerme
y probar la miel de mis labios
será difícil que vuelvas a ser la misma
pues en cada despertar
-igual que yo-
una sonrisa mía te llenará el alma
tal como yo invoco tu amor
al llegar la noche…
POEMA
Después de la contienda
sólo queda el orgasmo de la noche…
PARA DECIR TE AMO
Bastará
con robar el polen de tu sonrisa
y al brillo de tu mirada
embrujarla
con el néctar de mis besos…
SISTEMA MORSE
Hace unos segundos
le pregunté a mi corazón
que si aún latía
y me respondió con un latido
entonces o interrogué
si era tu alma o la mía
respondió con dos toc toc
comprendí que mi amor y el tuyo
eran lo mismo…
POEMA
Niña
cierra tus ánforas
porque cualquier sol
puede dejar un verso
en tu vientre…
ÁMBAR
Cuerpo de mujer
con alas de gaviota
en tus muslos me desvivo
me entrego pleno
soy el susurro del viento
que te acaricia
hasta recorrer tus ansias.
ERES MI ÁNFORA
El dolor que me aqueja
es como el sopor
que se ha ido quedando
-sin permiso-
en las plazas y avenidas
de esta ciudad sin rostro,
y aunque comprendo
el estupor de las ventanas
este decir no a los ruidos
que pretenden inmolar al silencio
fiel amigo del insomnio y su desidia
busco en este país diminuto
cosas que al mismo espejismo afligen
como verte a los ojos
y despertar en las colinas de tu cuerpo
mirar un lienzo de Monet
y descubrir la fertilidad de tus besos
hurgar en el diccionario la palabra amor
sin descubrir que en ti
la conjugación de todos los verbos
son el ánfora de mis agitados días…
HOMENAJE A TU CUERPO
No niego que en tus pechos,
hay un néctar destilando ausencias;
que mis manos, en tus muslos,
se sacuden el polvo de los años;
que tu cuerpo,
es brasa explorando el código de mis deseos;
que mi verbo sabe a caminos desandados;
que mi canto ha llorado lágrimas de sangre,
al descubrir, en tu silueta peregrina,
la sandalia que aleja las espinas de mi boca,
sabedora que de mí
no tendrás más recompensa
que la partitura de un poema
huérfano en el tiempo…
SUJETO Y PREDICADO
Cuando digo que te quiero
tú siempre dudas de mí
sé que no soy un ángel
pero no puedo ser el Judas de mis ansias
porque a veces me voy por las calles
y veo muchachas con olor a sándalo
entonces -me digo-
mi amada lo es todo
y en ella me desvivo a ojos cerrados,
porque cuando estoy a su diestra
no hago más que platicar de versos
mientras ella arremete con sus símiles
y que el sujeto y el predicado
son el complemento de nuestro amor,
entonces -me digo-,
si la hipotenusa es igual
al coseno y a la raíz cuadrada de mi pecho
para que quiero más faldas
si el perfume de su cuerpo
me sabe a esos cantos
escritos en el cosmos…
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