Washington/dpa
El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) publicó hoy una nueva investigación sobre paraísos fiscales, conocida como «Paradise Papers», en la que son mencionados numerosos políticos de todo el mundo, entre ellos miembros del Gobierno estadounidense de Donald Trump.
La investigación revela los vínculos comerciales entre miembros de la administración de Trump y Rusia. El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, es accionista de una naviera con relaciones comerciales con un empresario ruso que fue objeto de sanciones por parte de Washington y con el yerno del presidente Vladimir Putin.
Pese a haber vendido otras participaciones antes de unirse a la Administración Trump, Ross mantuvo sus acciones en la naviera Navigator, apuntó «The New York Times», uno de los medios internacionales, como el alemán «Süddeutsche Zeitung», que participó en la investigación, similar a la de los «Panama Papers».
De acuerdo con los medios, entre los grandes clientes de Navigator figura el grupo energético ruso Sibur, que pertenece, entre otros, al yerno de Putin, y con el que cerró negocios por más de 68 millones de dólares desde 2014.
El fiscal especial estadounidense Robert Mueller investiga actualmente posibles contactos entre el Gobierno de su país y Rusia durante la campaña presidencial y la posible injerencia rusa en los comicios para facilitar una victoria de Trump.
Para la nueva investigación se analizaron durante un año unos 13,4 millones de documentos de dos empresas de servicios «offshore» de Bermudas y Singapur, en los que aparecen los nombres de más de 120 políticos, así como empresarios, deportistas o artistas de casi 50 países.
Entre los mencionados aparecen decenas de asesores de Trump, la reina británica Isabel II por sus inversiones en las islas Caimán, el presidente colombiano Juan Manuel Santos, el ministro de Finanzas argentino, Luis Caputo, y dos ministros del Gobierno brasileño de Michel Temer.
Santos aparece como directivo de una compañía con exenciones tributarias en Barbados. «Nunca invertí ni un solo peso en la compañía ni fui accionista», dijo Santos a los periodistas, a quienes también indicó que su cargo en la junta directiva no era pago.
El ministro argentino, en tanto, figura como integrante de una administradora de fondos de inversión vinculada a dos paraísos fiscales.
«No hay ningún conflicto de interés. Hoy no tengo nada que ver ni con Axis ni con Noctua», respondió Caputo el diario «La Nación», que participó en los «Paradise Papers».
Entre los nombres mencionados el año pasado en los «Panama Papers» estaba el del presidente Mauricio Macri. La Justicia argentina investigó el hecho y despegó al mandatario de cualquier responsabilidad en el tema.
Tal como aclara el grupo de investigación en los «Paradise Papers», operar con sociedades en un paraíso fiscal no es un delito en sí mismo, salvo que haya servido para blanquear dinero o para evadir impuestos.
Los periodistas del ICIJ no revelaron cómo accedieron a esta nueva información, que se basa principalmente en documentos de la compañía de servicios «offshore» Appleby, con sede en Bermudas.
Appleby admitió hace unos días que era posible que el ICIJ hubiera obtenido material suyo de forma ilegal. La empresa asegura que sus prácticas son legales.
Además, considera que no hay indicios de que haya habido comportamientos indebidos de parte de la compañía ni de sus clientes. Appleby no habla de una filtración, sino de un ciberataque ilegal.
La nueva investigación llega 19 meses después de los «Panama Papers», cuyas revelaciones en 2016 llevaron a numerosas investigaciones en todo el mundo. En ese caso se basaron en documentos de la compañía panameña Mossack Fonseca, que revelaban los nombres de numerosos políticos, deportistas u otros famosos que tenían participaciones en empresas en paraísos fiscales.
Por sus investigaciones, el ICIJ se llevó en 2017 el Pulitzer, el premio más importante en el periodismo estadounidense.
La industria «offshore» hace «a los pobres más pobres» y «profundiza las desigualdades», declaró Brooke Harrington, autora de «Capital Without Borders: Wealth Managers and the One Percent», al ICIJ.
«Hay un pequeño grupo de gente que no está sujeto a la ley como el resto de nosotros», señaló. Esta gente disfruta «los beneficios de (vivir en) una sociedad sin estar sujeta a sus restricciones».
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