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@arpassv
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os grandes medios están paranoicos por el inicio de una investigación de la Superintendencia de Competencia sobre cómo está configurado el esquema de medios audiovisuales del país. El estudio, sale que indaga sobre los niveles de concentración y prácticas anticompetitivas, es calificado por la prensa hegemónica como “plan anti-medios”.
Así los medios –que en sus campañas publicitarias se llenan la boca hablando de transparencia, libre competencia y “juego limpio”– se enfurecen cuando la Superintendencia quiere garantizar precisamente lo que ellos están demandando. Nuevamente queda demostrada la hipocresía de su discurso.
Pero, ¿a qué se debe la paranoia de los grandes medios? y ¿porqué ASDER, MEUNO y demás se asustan por la investigación iniciada por la Superintendencia? En menos palabras, ¿cuál es el miedo? o ¿a qué le temen?
¿Será que temen que dicha investigación confirme los altos niveles de concentración mediática? La Superintendencia podría confirmar, por ejemplo, la existencia del monopolio televisivo de Telecorporación Salvadoreña que acapara 11 canales (2, 4, 6, 35, 39, 41, 43, 45, 47, 49 y 51).
¿Será qué temen que el estudio de la Superintendencia confirme que muchas concesiones son anómalas porque se otorgaron violentando el proceso de asignación, utilizando testaferros y acarándolas ilegalmente para evitar la entrada de competidores? Saltan a la vista los siete canales de televisión obtenidos irregularmente por TCS en marzo de 2009.
¿Será que temen que se confirme el comportamiento “cartélico” de TCS, Canal 12 y Megavisión? Estas tres empresas televisivas, acuerpadas por ASDER y MEUNO, se han juntado y coordinan acciones para evitar la entrada de TV Red Canal 11 que sería un competidor fuerte.
“El que nada debe nada teme”, dice el dicho popular. Si los medios hegemónicos hacen las cosas tan correctamente, como dicen sus campañas publicitarias, ¿por qué no mejor colaboran con la Superintendencia para demostrar que “juegan limpio” y practican la sana competencia?
Todos los sectores democráticos –que promueven la transparencia, la libre competencia, el pluralismo y la diversidad de operadores– deben respaldar a la Superintendencia de Competencia y las recomendaciones que sus investigaciones hagan en material legal, institucional y de políticas públicas orientadas a transparentar y pluralizar el ámbito mediático.
