Por María Elena Bucheli/Pauline Froissart
París/AFP
París abrió este jueves su primer centro humanitario para migrantes y refugiados, como parte de las medidas que han tomado las autoridades francesas para evitar la formación de campamentos informales en las calles.
El centro, instalado en antiguas instalaciones ferroviarias en el norte de la capital, con capacidad para 400 personas, acogerá a migrantes durante cinco a diez días.
Reservado exclusivamente a hombres, recibirá cada día a entre 50 y 80 personas, lo que corresponde al número estimado de migrantes que llegan diariamente a París.
Allí, los migrantes podrán someterse a un examen médico, recibir ayuda psicológica y asistencia jurídica, antes de ser orientados a otras instalaciones según su situación personal.
«La idea es crear un lugar en donde cada migrante podrá ser acogido de forma digna y humana», señaló el director general de la asociación humanitaria Emmaüs, que gestionará el establecimiento.
Los migrantes recibirán información sobre sus derechos y las gestiones que deben realizar para obtener el asilo.
«También les propondremos una ayuda de regreso voluntario» a sus países, explicó Didier Leschi, director de la Oficina francesa de inmigración y orientación (Ofii) que envió al centro a 16 de sus agentes.
Un segundo establecimiento, destinado a mujeres y familias, abrirá a principios de 2017 en la periferia sudeste de la capital.
Europa vive su peor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial, con la llegada de 1,5 millones de migrantes que han cruzado el Mediterráneo desde 2014, huyendo de la guerra y de la pobreza.
Francia fue considerado durante mucho tiempo como un país de tránsito. En 2015 recibió 80.000 solicitudes de asilo, frente a cerca de un millón en Alemania. Pero este año, el número de solicitudes alcanzará los 100.000, según estimaciones.
Aunque este aumento es modesto en comparación a otros países, las autoridades tuvieron que buscar de forma urgente nuevas estructuras de acogida.
Una alternativa digna
El centro, ubicado en una antigua zona industrial de 10.000 m2, está dividido en ocho secciones con 50 plazas cada una. Dentro, cada estructura tiene doce cabañas de madera con calefacción y camas, un comedor y baños.
Habrá también espacios de ocio, con mesas de ping-pong y futbolines.
El proyecto tiene un costo total de 16,4 millones de euros (unos 18 millones de dólares) entre la inversión y los costos de funcionamiento.
Para la promotora de este proyecto, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, hija de inmigrantes andaluces, este centro es «una alternativa digna» para que los migrantes no estén en las calles.
Las autoridades evacuaron la semana pasada un inmenso campamento improvisado en el noreste de la capital, en el que se hacinaban en tiendas de campaña más de 3.800 hombres, mujeres y niños.
En octubre, la policía desalojó a 7.000 migrantes, entre ellos 2.000 menores, de un campamento de migrantes ubicado en Calais, una localidad del norte de Francia. Allí, estas personas vivían en condiciones lamentables mientras aguardaban una oportunidad para poder cruzar a Reino Unido.
A seis meses de las elecciones presidenciales, la gestión de la llegada de migrantes y refugiados a Francia se ha convertido en un tema central de la campaña. El gobierno socialista de François Hollande, que bate récords de impopularidad, busca demostrar que controla la situación.