París/Francia/AFP
París Saint-Germain dejó escapar la posibilidad de proclamarse ayer campeón matemáticamente de la liga francesa, por octava ocasión en su historia, al empatar 2-2 en casa contra el Estrasburgo, en el cierre de la 31ª jornada.
El equipo de la capital tendrá por lo tanto que esperar para descorchar el champán y desaprovechó la ocasión de festejar el título nacional en su estadio y junto a sus aficionados.
Tendrá una nueva oportunidad el domingo de la próxima semana, en el desplazamiento a Lille, precisamente el segundo clasificado, que sigue a 20 puntos de distancia. Al París Saint-Germain le bastará con empatar en ese encuentro para ser campeón.
El germano-camerunés Eric Maxim Choupo-Moting abrió el marcador en el minuto 13, lo que hacía presagiar una noche feliz para los parisinos, pero el Estrasburgo (9º) reaccionó y remontó antes del descanso, con dianas del caboverdiano Nuno Da Costa (26) y de Anthony Gonçalves (39).
En la segunda mitad, Kylian Mbappé y Julian Draxler, suplentes en esta ocasión para tener descanso, entraron en el minuto 60 con la misión de servir de revulsivo.
El gol del empate 2-2 definitivo lo firmó Tilo Kehrer, ya en el 82.
Para ser campeón matemáticamente, el PSG necesitaba dos condiciones. Primero que el Lille no ganara en Reims, algo que se cumplió (1-1), y después vencer en el Parque de los Príncipes al Estrasburgo, la condición que falló para cumplir la misión.
Con este revés, el PSG no pudo igualar el récord de precocidad a la hora de coronarse matemáticamente en la Ligue 1, el de la temporada 2015-2016, cuando se aseguró el título en la 30ª jornada. En esta ocasión hubiera sido en la 31ª, pero el PSG tiene un partido pendiente de disputar, por lo que lo habría conseguido como entonces, con apenas 30 encuentros jugados.
Pese a sus repetidos intentos, el PSG se quedó a un gol del objetivo, pero tiene todo a favor, ya que le basta con sumar un punto contra el Lille.