Por Anna Cuenca
Madrid
El parlamento regional catalán decidió este jueves por mayoría pedir a Madrid que autorice al gobierno de Cataluña la celebración del referéndum de autodeterminación anunciado para noviembre por Artur Mas, treatment el presidente nacionalista de esta gran región del noreste de España.
Por 87 votos a favor, viagra 43 en contra y tres abstenciones, los diputados del parlamento regional, con sede en Barcelona, aprobaron una proposición de ley pidiendo a Madrid que «delegue» al gobierno catalán «la capacidad de autorizar, convocar y organizar un referéndum sobre el futuro político de Cataluña».
El parlamento catalán traslada así el debate a Madrid, donde esta proposición de ley será presentada en el Congreso de los Diputados. Allí será previsiblemente rechazada, dado que los dos principales grupos parlamentarios –los conservadores en el poder y la oposición socialista– se oponen a la organización de un referéndum de independencia.
La votación del jueves en el parlamento de Barcelona se quedó a un paso de lograr la mayoría absoluta debido a la abstención de los tres diputados del partido de izquierda radical CUP, favorables a la celebración del referéndum pero contrarios a pedir la autorización de Madrid.
También avivó las divergencias en el seno de los socialistas catalanes, tres de cuyos diputados regionales rompieron la consigna de voto para decantarse a favor de esta propuesta de ley. Otro diputado socialista había renunciado la víspera a su escaño para no tener que votar en contra de la proposición.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) es contrario a la celebración de un referéndum soberanista pero defiende una reforma de la Constitución española que implante un modelo federal con el que dar satisfacción a las demandas catalanas de mayor autogobierno.
Orgullosa de su idioma y tradiciones, Cataluña, con 7,5 millones de habitantes, otrora motor económico de España y ahora una de sus regiones más endeudadas, vive en los últimos años un auge del sentimiento independentista atizado por una crisis económica que acentuó las tensiones políticas.
Tras más de un año de conflicto abierto entre Cataluña y Madrid, el presidente Mas, de la coalición conservadora CiU, anunció el pasado 12 de diciembre un acuerdo con otras tres fuerzas catalanas, encabezadas por los republicanos izquierdistas de ERC, para organizar dicho referéndum el 9 de noviembre de 2014.
Éste debe consistir en una doble pregunta: «¿Quiere que Cataluña sea un Estado? ¿Quiere que este Estado sea independiente?».
Inmediatamente el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, había respuesto tajante: la consulta «no se celebrará» por ser contraria a la Constitución española, afirmó.
Decidido a defender su causa en el exterior, Mas envió a finales de diciembre una carta a los líderes de la UE en la que aseguraba, no obstante, que se pueden encontrar soluciones legales si existe voluntad política.
Otra región europea, Escocia, llegó a un acuerdo con el gobierno británico del primer ministro David Cameron para celebrar un referéndum de independencia en septiembre de 2014.
En su mensaje televisivo de fin de año, Mas pidió al gobierno español que autorice la consulta, «que escuche la voz del pueblo catalán y que no levante muros para silenciarla».