Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
Rosa Isabas Galeano se encuentra al centro del parque Baldomero Simo, rodeada por integrantes de la Asamblea Popular de Cuisnahuat. El motivo: la conmemoración Mundial del Medioambiente y la cancelación del proyecto municipal de un mercado en este lugar establecido para las reuniones de sus habitantes y celebraciones culturales públicas.
Con ánimos robustecidos por el logro comunitario que dominó el liderazgo femenino de los Pueblos Indígenas, este movimiento social inédito ha dejado la lección que la unidad y la lucha social por los derechos ciudadanos reconocidos en la Constitución de la República, pueden transformar realidades.
“Sintamos nuestro corazón y cada uno sepa que está haciendo por el medio ambiente, que es la vida, la tierra, el aire, los árboles, las semillas. Y si cuidamos todo esto, estamos salvando al medioambiente”, dijo Rosa Isabas, lidereza de la Asamblea Popular de Cuisnahuat.
Cuisnahuat o “Río de los Cuatro Espinos”, con una extensión de 73,003 kilómetros cuadrados, y a una distancia de 72.2 kilómetros de San Salvador, es considerado uno de los municipios que albergan población indígena y reguarda el idioma Náhuatl.
A la celebración asistieron miembros de la Asociación de Desarrollo de Cuisnahuat, ANAES y RACDES, que trabajaron junto a las comunidades en su proceso de preservación del medio ambiente y su patrimonio cultural, ligado a la integridad del parque que por generaciones ha sido punto de encuentro de generaciones.
“¿Qué queremos en este parque?, pues bien que siembren más árboles, porque ellos, nos darán sombra, aire y vida. Y esta manifestación social que tenemos no solo celebra al medio ambiente, sino también la lucha justa que iniciamos el año pasado”.
“Porque en este parque no queremos más concreto, no más gris, solo queremos el verde de los árboles, el fresco de sus sombras y que sea lugar digno para que mujeres, niños, ancianos puedan venir a disfrutar de este lugar”, agregó Isabas.
El movimiento social de la Asamblea Popular Indígena, y habitantes del casco urbano, inició el 27 de julio de 2020, luego que el exalcalde, sin contar con los permisos ambientales y de las comunidades, talaran 10 árboles con más 30 años de antigüedad. Lo que provocó el alzamiento de la población para impedir la destrucción del lugar de forma pacífica.
No obstante, el 19 de agosto de 2020, agentes de la Policía Nacional Civil y de la UMO, llegaron a las 3 de la mañana para sorprender a quienes cuidaban el lugar, golpeando a mujeres que estaban vigilando el cierre de la obra. Además, amenazaron a la población pero no lograron desalojarlos, y es el 31 de agosto que el exalcalde Gustavo Sierra accede a una primera reunión, aunque sin resultados positivos.
La denuncia trasciende al Ministerio de Medio Ambiente, la Asamblea Legislativa, y el Juzgado Ambiental de Santa Ana.
Cronología de resistencia social, que culmina con el retiro del nuevo gobierno local a continuar la construcción del mercado en el parque.
Rosa Isabas agradeció el acompañamiento a RACDES, ANADES, al Comité de Mujeres del Palmar, ADESCOS, y a Diario Co Latino, por denunciar, acompañar y estar pendiente de la lucha que emprendieron, que tuvo a la base valores de justicia, medio ambiente y dignidad de la población.
“Invitamos al nuevo alcalde (Jimy Orellana/Nuevas Ideas) y su Concejo Municipal, a este evento para agradecer la decisión de cancelar esa obra en el parque, -pero nos han dicho- que habla de instalar un CUBO (Centro de Bienestar y Oportunidades/Plan Control Territorial Gobierno central)”, dijo la lidereza.
“Nosotros vamos a pedir una reunión para hablar con él y su Concejo, y con gusto le vamos a sugerir varios lugares en donde puede edificar el CUBO, porque en el parque no lo queremos tampoco”, reafirmó Isabas.
Zulma Larín, coordinadora de RACDES, felicitó el logro de las comunidades y el liderazgo femenino de los Pueblos Indígenas en Cuisnahuat, señalando los momentos más difíciles para esta población que tuvo que decidir por el espacio verde del parque contra la infraestructura de un mercado que traería el desarrollo al municipio a costa de la afectación ambiental.
“Para RACDES, fue muy importante que la gente se convenció que estaban frente a una disyuntiva sobre el bienestar general. Comprendió este pueblo que le quitaría agua, aire y cultura. Y con ese convencimiento que los bienes naturales les pertenecen, eso para RACDES, ha sido lindo observar este proceso y ahora lo celebramos junto a ellos, y nos sentimos honrados por darnos un reconocimiento por el acompañamiento y mucho mejor el llamado en el marco de formar la conciencia por la recuperación ambiental”, sostuvo.
Esta articulación social de resistencia tiene una herencia, que se puso a prueba en el año 2002, cuando lucharon contra la deposición y enterramiento de agrotóxicos en el lugar. Esa lucha contra los plaguicidas fue importante para generar conciencia colectiva, explicó Larín.
“Desde años atrás vienen fortaleciendo su identidad ambiental, ahora con esta amenaza de un bien común que implica el agua y medio ambiente, pues quedó establecido que los Pueblos Originarios tienen un gran arraigo, su identidad y determinación”.
“Y esto ayudó a este pueblo de Cuisnahuat, su autodeterminación a defender lo que les pertenece independiente, quién violente sus derechos, pues lo asumen como propios y decidieron hacerlo por su parque hasta las últimas consecuencias y paralizan la obra. Un movimiento social que puede ser replicado, siempre y cuando se eduque el pueblo en derechos humanos, derechos ambientales y derechos ciudadanos”, expresó Larín.
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