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William Siliézar
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El sacerdote de la parroquia Dulce Nombre de María, Manuel Acosta, consideró, durante la homilía de este domingo en Catedral Metropolitana, que la situación en la que se encuentra el país no debe ser motivo de división en el pueblo salvadoreño, ni mucho menos una oportunidad para dejarlo en el olvido.
La reflexión del religioso se da en medio de diferentes problemas que enfrenta el país, como la crisis fiscal y los diálogos que las principales fuerzas políticas, FMLN y ARENA, han tenido en las últimas semanas sin resultados favorables para remediar el problema.
Ambos partidos se han reunido constantemente para llegar a un acuerdo para la aprobación de $1,200 millones de dólares en bonos, con los cuales se pretende saldar diferentes deudas que han puesto a El Salvador en una situación crítica y que puede conducir al país a un impago.
Acosta consideró que estos diálogos deben ser a favor de los derechos humanos de las personas, más no para satisfacer “intereses particulares”, pues según él, actitudes de egoísmo y olvido no pueden dominar en momentos donde la población en general está siendo afectada.
El párroco de Dulce Nombre de María lamentó que actualmente los diálogos sean por dinero, es decir, que se trate de resolver los problemas por este medio y que se ignoren de cierta manera los derechos de las personas. “Las reuniones son por ver quien tiene más dinero, a quien se le hace préstamos. Entonces, la sociedad sigue poniendo al capital en el centro de la sociedad, mas no la vida humana”, señaló Acosta.
En ese sentido, el acuerdo al que buscan llegar los partidos políticos busca resolver algunos de los problemas nacionales, especialmente, los económicos y no otros como la inseguridad y la violencia que sigue provocando luto y dolor en miles de familias.
El religioso sostuvo que la “idolatría del dinero que dejó ARENA” es necesario que sea cosa del pasado, pues lo que tiene que estar al centro de la política es la vida de los seres humanos, especialmente, de las personas más pobres que son quienes reciben los consecuencias de las decisiones que se toman.
Ante esto, exhortó a que el pueblo salvadoreño se mantenga firme contra todas las injusticias y actos de corrupción, como los cometidos supuestamente por el ex presidente Antonio Saca, los cuales atentan contra el desarrollo de una sociedad más íntegra.
“No debemos someternos a lo que el modelo neoliberal quiere, seamos rebeldes ante la injusticia, la mentira, ante la corrupción y la manipulación del dolor humano”, manifestó Acosta.
No obstante, dijo que en contextos como este la esperanza no se puede perder, ya debe prevalecer durante la espera de soluciones de los problemas, ya que “un pueblo con esperanza tiene energía y audacia en los tiempos difíciles”.
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