“El vía crucis vicarial es un acto de piedad popular, que busca unir en oraciones a las diferentes parroquias de la capital”
Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Los feligreses y comunidades de las parroquias del centro capitalino que conforman la vicaría Divino Salvador del Mundo, participaron este quinto viernes de Cuaresma en el Vía Crucis Vicarial, reflexionando y acompañando a Jesús en la pasión y muerte, asumiendo su cruz y transformando el sufrimiento en oración y esperanza.
En el Vía Crucis Vicarial 2025 participó con fe y devoción la feligresía de las parroquias San Francisco, El Calvario, Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, El Rosario, La Merced, El Perpetuo Socorro y Catedral Metropolitana.
La procesión del vía crucis inició en la Parroquia El Rosario y finalizó en la iglesia El Calvario, a lo largo del recorrido se recordó los momentos de dolor, sufrimiento, sacrificio y amor de Cristo por la humanidad, la cruz es una invitación a vivir con esperanza, fe y entrega, renovando el compromiso de seguir a Jesús con humildad y valentía.
Este Vía Crucis Vicarial es un momento de oración y reflexión en el camino de la cruz, fortaleciendo la fe y conversión entre los grupos y movimientos de las parroquias, quienes participaron en la decoración de los altares y lectura de las estaciones.
En el vía crucis participaron sacerdotes, religiosas, miembros de las diferentes parroquias que conforman la vicaría, devotos y peregrinos, a lo largo de la procesión se hicieron paradas para reflexionar en cada una de las estaciones, mediante alguna lectura bíblica específica.
Cada viernes de Cuaresma se avanza en el camino penitencial y es un llamado a encontrarse con Dios, desde la humildad y el deseo de conversión, este tiempo es una preparación para celebrar con gozo la Pascua, confiando plenamente en la infinita misericordia divina.
La costumbre de rezar el viacrucis inició a finales del siglo V cuando los cristianos en Jerusalén se reunían por la mañana del Viernes Santo a venerar la cruz donde fue crucificado Jesús, esta es una manera de recordar su pasión, revivir con él esos momentos y acompañarlo en los sufrimientos que tuvo en el camino al Calvario.