Buenos Aires/Prensa Latina
Rodeado de miles de rostros en su despedida final, el cortejo fúnebre de Diego Armando Maradona partió este jueves desde la Casa Rosada hasta su última morada en el cementerio de Bella Vista.
Ha sido un día muy emocionante para una Argentina que no para de llorar, las lágrimas de niños, jóvenes, representantes de aquella generación del Diego que vivió, gritó, amó y amará por siempre a un mito que entra ahora al Olimpo de los dioses.
Pese a los incidentes que por momento empañó la jornada, cientos de personas agolpadas en las rejas de la Casa Rosada lo lloraron sin cesar, algunos llegados de los lugares más remotos, en tanto en otras provincias siguieron en vivo un momento histórico para el país, la gran despedida del D10S. Custodiado por un gran cordón de efectivos que corrían detrás de su féretro tratando de ‘gambetear’ (regatear al adversario), como el Diego en la cancha, a la multitud para proteger la caravana, se escucharon gritos de Vamos Diego, mientras algunos se pasaban la mano por la cabeza como gesto de un momento que parece increíble.
Serán 35 kilómetros de recorrido hasta el jardín donde descansarán sus restos, con cientos de personas en las calles despidiendo ‘al más grande de los grandes’, según el sentir de la mayoría.
En un comunicado, el Gobierno apuntó que la familia había escogido realizar el velatorio en la Casa Rosada y decidió culminar el mismo a las 16:00 hora local.
‘El objetivo del gobierno nacional siempre fue que pudiéramos despedir a Diego de forma pacífica, sabiendo que todo el país y gran parte del mundo está conmocionado por su fallecimiento.
Cuando el horario de finalización se acercaba, varias personas que estaban en la fila comenzaron a saltar las rejas para ingresar de manera irregular’, subrayó el texto en alusión a los incidentes.
Asimismo, precisa que ante esa situación, se suspendió por unos minutos el ingreso y cuando se volvió a habilitar algunas personas ingresaron rápidamente, sin cumplir las indicaciones del personal a cargo.
El Ejecutivo explicó en la nota que la familia transmitió su deseo y voluntad de dar por concluida la ceremonia.
Un dolor intenso se posa sobre esta Buenos Aires que sigue conmovida por la partida de Maradona.
‘Me dio la alegría cuando yo no tenía nada, me dio la oportunidad de soñar, de esperanza de que todo se puede en la vida’, subrayó un joven, que lloraba en las afueras de la Casa Rosada.
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