AFP
Jordi MIRO
Partidarios del líder opositor venezolano Juan Guaidó abandonaron el miércoles la embajada de Venezuela en Brasilia, tras haberla ocupado parcialmente durante unas trece horas, generando una situación de tensión en plena cumbre de los BRICS, divididos por la crisis en el país caribeño.
El presidente brasileño Jair Bolsonaro, cuyo país forma parte de la cincuentena que reconoce a Guaidó como presidente encargado de Venezuela, emitió por la tarde un comunicado en el que se comprometía a respetar la Convención de Viena del derecho entre Estados, tal como se lo había exigido previamente el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro.
La asesoría de la embajadora designada por Guaidó en Brasil, María Teresa Belandria, dijo a la AFP que la salida del recinto “fue producto de negociaciones”.
Según Belandria, la ocupación se inició hacia las 4 de la mañana, por invitación de dos funcionarios de la embajada.
El encargado de negocios de Venezuela en Brasil, Freddy Meregote, se congratuló por el fin del incidente. “Hoy eficazmente logramos revertir el ataque de parte de los enemigos del proceso revolucionario”, expresó.
Consultado sobre la acción del gobierno brasileño, Meregote respondió: “Creo que la dificultad empieza con el reconocimiento de un gobierno ficticio, que no existe”.
Brasil, pese a reconocer a Guaidó, no ha expulsado a la representación diplomática de Maduro. “Reconocer a un presidente que no tiene el control (de su país) es una situación inédita. Los países que reconocieron a Guaidó hicieron la apuesta creyendo que la caída de Maduro sería cuestión de días, como no fue el caso, se quedaron atrapados en una situación muy desagradable en el mundo diplomático”, afirmó Oliver Stuenkel, profesor de la Fundación Getúlio Vargas.
Stuenkel recordó que expulsar a la delegación de Maduro podría derivar en la expulsión de la representación diplomática de Brasil en Caracas. “Esta situación de reconocer a Guaidó, en algún momento se va a volver insostenible, nadie sabe cuánto tiempo más podrá funcionar”, agregó.
Belandria divulgó un video en el que explica haber instruido a su equipo para desalojar las instalaciones por motivos de seguridad. Catorce personas desocuparon la sede diplomática por la parte trasera, dijo el equipo de prensa de Meregote.
Unos 200 simpatizantes brasileños de Maduro –muchos de ellos identificados con banderas y camisetas del Partido de los Trabajadores (PT) y otros grupos de izquierda de Brasil- celebraron la retirada a las puertas de la embajada, que permaneció todo el día custodiada por un cordón policial.
“Estoy muy feliz. Nunca más van a tratar de invadir la embajada de Maduro. Vamos a permanecer atentos, a proteger la embajada. Tendrían que ir presos, por violar la Convención de Viena, un acuerdo internacional”, afirmó uno de los manifestantes, Julio Neves, de 65 años.
El expresidente y líder histórico del PT, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó el sábado a “ser solidarios con el pueblo de Venezuela” y con otros gobiernos y movimientos sociales de izquierda en la región, en un discurso al día siguiente de salir de la cárcel en la que había pasado 19 meses por acusaciones de corrupción.