San Salvador/Sputnik
Las calles de San Salvador fueron tomadas este jueves por miles de personas en el Día de la Independencia, mientras los simpatizantes del Gobierno disfrutaron un desfile cívico militar, sus detractores marcharon hasta el corazón de esta capital.
«Pueden ver el desfile de la verdadera Independencia», invitaba desde redes sociales por el propio Bukele, mientras varios colectivos sociales se movilizaban en protesta contra el régimen de excepción vigente en este país desde marzo pasado y, recién prorrogado, de momento, hasta el 18 de octubre.
Como cada 15 de septiembre, al menos antes de que la pandemia de covid-19 forzara a suspender este tipo de conmemoraciones patrias, los aviones militares de la base aérea de Ilopango sobrevolaron la ciudad desde la mañana, una práctica que revive en muchos fantasmas del conflicto armado (1980-1992).
En el peculiar duelo de narrativas que polariza al país, el oficialismo resalta el papel de la Fuerza Armada y la Policía Nacional Civil en la restauración de la tranquilidad ciudadana, mientras sus opositores rechazan el costo de dicha paz, en materia de derechos humanos y garantías constitucionales.
La denominada «Gran Marcha por la Libertad», que avanzó entre consignas y proclamas hasta la céntrica Plaza de la Independencia, comenzó a pocos metros de donde terminaba el desfile gubernamental, en el Parque Cuscatlán, sin reportarse choques entre sus participantes.
Algunas pancartas aludieron a los diputados oficialistas incluidos en la Lista Engel de funcionarios corruptos, elaborada por el Gobierno de Estados Unidos, o al desinterés de la población en el Bitcoin, cuyos cajeros languidecen por el desuso y la indiferencia.
El presidente Bukele, a su vez, no acudió al desfile por el 201 aniversario de la independencia, pese a que hasta horas antes se daba por hecha su asistencia, y que enviaría un mensaje a la nación.