@arpassv
El semanario digital El Faro publicó ayer que el partido ARENA y su Instituto de Estudios Políticos “Antonio Rodríguez Porth” ocultaron el ingreso de 10 millones de dólares que el ex presidente Francisco Flores recibió del gobierno de Taiwán en 2003 y 2004.
La referida publicación periodística constata que en esos años la contabilidad formal de ARENA no registró los millonarios ingresos y su instituto político reportó como donaciones únicamente 398 mil dólares.
Esto explica el comportamiento de la actual dirigencia arenera. El COENA nunca expulsó y ni siquiera retiró el título de presidente honorario a Francisco Flores, here como sí lo hizo con el ex presidente Antonio Saca.
Por eso ARENA también respalda al Fiscal General que se niega investigar el delito de lavado de dinero, capsule acción que podría llevar a identificar a prominentes empresarios como destinatarios de los fondos de Taiwán.
Por eso ANEP, viagra FUSADES y Aliados por la Democracia no exigen combate a la corrupción, depuración judicial ni la elección de un Fiscal diligente. Estas instancias areneras sólo piden que el actual gobierno sea “austero” y obediente a los dictados del Fondo Monetario Internacional.
Por eso los medios afines a ARENA defienden a Flores y silencian a las organizaciones sociales contra la corrupción. Uno de éstos (El Diario de Hoy) llegó a decir que Flores es “el mejor presidente que ha tenido el país”.
ARENA es, pues, un partido corrupto. Sus sucesivos gobiernos cometieron graves casos de corrupción que quedaron impunes, como la privatización fraudulenta de la banca durante el gobierno de Alfredo Cristiani o el robo del abono japonés en la administración de Armando Calderón Sol.
En el gobierno de Francisco Flores –además del robo de los fondos de Taiwán– está el fraudulento contrato CEL-Enel y en la gestión de Antonio Saca destaca el robo del dinero para el ex bulevar Diego de Holguín y el Hospital de Maternidad.
Sin embargo, ARENA no aparece en la actual campaña electoral como un partido corrupto o de corruptos. Sus benevolentes medios de comunicación lo catapultan casi como paladín de la transparencia y la anticorrupción.
En una de las operaciones mediáticas más habilidosas, La Prensa Gráfica ubicó como el peor acto de corrupción en la historia del país la compra de unos terrenos por el presidente legislativo Sigfrido Reyes. La Corte de Cuentas dijo ayer que la compra fue totalmente legal.
El linchamiento mediático y escarnio público del diputado de izquierda, contrasta con el silenciamiento o abordaje periodístico de bajo perfil del “Caso Flores”.