Por Daphne Rousseau
Kiel/AFP
El partido conservador de Angela Merkel ganó el domingo las elecciones regionales del norte de Alemania, reforzando el estatus de favorita de la canciller de cara a las elecciones legislativas de septiembre, a las que se presenta de nuevo.
Los democristianos de la CDU recabaron entre el 33 y el 33,8% de los votos en el estado federado de Schleswig-Holstein, un avance en comparación con los comicios de 2012, frente a entre el 26,3 y el 26,7% obtenido por el partido socialdemócrata (SPD), que gobernaba hasta ahora en esta región fronteriza con Dinamarca y que ha retrocedido bastante respecto a sus resultados de hace cinco años, según las estimaciones de las cadenas ARD y ZDF publicadas por la noche.
Se trata de un revés para el nuevo presidente del SPD, Martin Schulz, y sus esperanzas de vencer a Angela Merkel quien, tras 12 años en el poder, lidiará por un cuarto mandato en octubre.
Es la primera vez que el partido de Merkel logra recuperar uno de los estados perdidos desde que la canciller llegó al poder, en 2012.
Revés para Martin Schulz
Para el expresidente del Parlamento Europeo, se trata de la segunda derrota consecutiva en unas elecciones regionales este año, tras la del SPD en Sarre (oeste) en marzo. «Es una triste noche electoral para el SPD», reconoció Schulz en Berlín.
Uno de los dirigentes de la CDU, Peter Tauber, deseó irónicamente «mucho ánimo» a los socialdemócratas de cara a las legislativas.
Tras Schleswig-Holstein, la próxima prueba aún más importante para los socialdemócratas será el próximo domingo en su bastión de Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado del país, que los socialdemócratas dirigen casi sin interrupción desde la guerra.
Según los últimos sondeos, la victoria estaría muy reñida entre el SPD y la CDU.
El estado de Schleswig-Holstein representa, con 2,3 millones de personas, menos del 3% de la población alemana. Pero las elecciones se interpretaron como una prueba de cara a las legislativas de septiembre.
Al final, el SPD retrocedió alrededor de 4 puntos respecto a los comicios de 2012. Con este resultado, tiene pocas opciones de permanecer en el gobierno regional, aunque aritméticamente podría formar una coalición en el parlamento local con los ecologistas, que recabaron el 13,5% de los votos, y los liberales del FDP (centroderecha), que subieron más de tres puntos, con el 11,5% de los votos.
El retorno de Merkel
Pero los liberales parecen inclinarse por una alianza con la CDU, y los conservadores negociarían desde una posición de fuerza.
Así, la situación de Angela Merkel, que parecía atravesar dificultades tras haber abierto las puertas de Alemania a más de un millón de migrantes en 2015, parece haber mejorado un poco en los últimos meses.
La cuestión de la inmigración ya no está entre las primeras preocupaciones de la opinión pública y la buena salud de la economía alemana, con una tasa de paro en niveles históricamente bajos, ha beneficiado a la canciller.
Trabajando su imagen tranquilizadora, moderada y valiéndose de su experiencia en el poder, Merkel trata de ganarse a amplias capas del electorado.
Durante un tiempo, Martin Schulz dio la impresión de poder ponerla en peligro. Su llegada al frente del SPD en febrero suscitó un movimiento de euforia que permitió a la formación pasar del 20% en intenciones de voto a más del 30%, igualándose con la CDU.
Sin embargo, en las últimas semanas, el «efecto Schulz» se fue apagando y el SPD bajó del umbral del 30%.
Angela Merkel también se ha beneficiado del fuerte descenso del partido nacionalista Alternativa por Alemania (AfD), principal detractor de la política migratoria de la canciller.
Este partido, tras haber cosechado éxitos criticando la decisión de Merkel de abrir el país a los refugiados, es víctima de disputas internas entre el ala dura y los partidarios de una línea más moderada.
Tanto en Schleswig-Holstein como en Renania del Norte-Westfalia, el AfD no está seguro de alcanzar el mínimo del 5% para entrar en el parlamento.