Karla Pérez
La situación de un parto humanizado para asegurar el estado físico y psicológico de la mujer debe ser una prioridad social. En este contexto se celebra el Primer Congreso Nacional del Parto Respetado “Impacto de las prácticas de atención del parto en la lactancia materna y en la disminución de la mortalidad perinatal”.
La jornada fue organizada por el Centro de Apoyo de Lactancia Materna (CALMA), en coordinación con la Red Mundial de Grupo Pro Alimentación Infantil (IBFAN) con apoyo del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).
“Es importante visualizar que esto es un derecho humano a la salud, regulado desde el artículo 65 de la Constitución de la República”, consideró la psicóloga de la Unidad de Atención Especializada a Mujeres
Víctimas de Violencia de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), María Martínez. En cuanto al tema de la violencia Martínez agregó que es importante para mejorar no solo la calidad sino la calidez de los servicios de salud lo que conlleva a “visibilizar el hecho de que las mujeres viven maltrato en sus situaciones de embarazo, en su periodo de puerperio. Hablar de parto humanizado viene a dar una visión diferente, validando los derechos de las mujeres”.
Muchas veces se ha naturalizado la violencia reportando pocas denuncias
Uno los factores observados a cambiar es la tasa de cesáreas, que para la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en un país debe de estar en el rango del 15% máximo, reportándose en El Salvador un 29%.
“La cesárea debe estar sugerida en su justo momento por indicaciones muy claras para pacientes que estén en alto riesgo (…) con el propósito de reducir la morbilidad y mortalidad de forma franca y dramática”, comentó la doctora ginecóloga del Hospital Materno Infantil 1 de Mayo, Ana Uriarte.
La doctora ginecóloga del Hospital San Rafael, Vanessa Cardona, expresó que se debe hacer mejoras en los servicios de salud, donde una de las cosas a cambiar para la comodidad de las pacientes son las camas ginecológicas, ya que solo pueden estar completamente acostadas o semi sentadas, no permitiendo que ellas se coloquen en otra posición a la hora del parto.
El apego precoz, contacto piel a piel luego del nacimiento para empezar la lactancia materna ha sido uno de los avances en los hospitales, que resaltó la miembro de CALMA, Geraldine Blanco con su pequeña hija de tres meses en sus brazos.
Además, consideró necesario que se realicen cambios importantes para evitar procedimientos como la episiotomía (abertura por cirugía del introito vaginal) y corregir la aptitud de los empleados de salud. “Cuando estaba en labor de parto escuche que le decían a una señora que guardara silencio, que dejara de gritar, todo eso cohíbe el proceso y la tranquilidad de las pacientes”, opinó
Por último, la psicóloga de la PDDH estableció que actualmente están llevando un estudio de casos, catalogados como violencia de los derechos a la salud y no violencia obstétrica, porque aún no se ha realizado esa separación específica.
Las situaciones que enmarca el estudio son fallecimientos de recién nacidos, daños en la salud física y mental de las madres, incluyendo una muerte en la sala de parto, donde a una paciente le hicieron una cesárea en circunstancias que no la necesitaba y falleció.