Volando una mosca sobre un pastel
buscando hambrienta la rica miel
ella quería la cereza no la vela
al no encontrar espacio sin miedo…
La vela encendida enfocaba
sus cientos de ojitos sin poder ver,
no encontraba lugar a sentarse
a comer su delicioso manjar…
Ya obligada por el deseo bajó
sin detener sus grandes ansias y deseos
sus piernas, en el turrón enterró…
Cuando satisfecha quiso ella volar
sus piernas blancas le quedaron
con su estómago por reventar…
Mientras la vela sola se apagó
dejando solo sin fresa el pastel…
Aristarco Azul
21-06-22