Manahen González
@ManahenGz
El Salvador sigue sin encontrar la formula para sacudirse la paternidad que Venezuela le ha impuesto cada vez que se enfrentan en Copa Davis. No importa si es en territorio salvadoreño o venezolano, los “chamos” siempre terminan poniendo de rodillas a los cuscatlecos. Ya van cuatro de cuatro y la última victoria de los suramericanos ante los salvadoreños fue este fin de semana en la semifinal del Grupo II Zona Americana de Copa Davis, que tuvo como sede el Polideportivo de
Ciudad Merliot.
Ahí, El Salvador tuvo un inicio esperanzador por medio de Marcelo Arévalo, sin embargo, todo fue un espejismo debido a que ni Rafael Arévalo y Alejandro González estuvieron al nivel de “Chelo” y eso fue aprovechado por los venezolanos para quedarse con la serie 3-2 y avanzar a la final.
Y es que Marcelo, el mejor tenista salvadoreño de los últimos años, sacó la cara por el país al ganar sus dos partidos individuales, pero no hubo quien le ayudara para poner fin a la paternidad venezolana. En el primer día de competencias, Marcelo derrotó con solvencia 6-1, 6-1 y 7-5 al venezolano Jordi Muñoz. Sin embargo, Alejandro González sucumbió 2-6, 0-6 y 1-6 ante el suramericano Ricardo Rodríguez, por lo que la serie estaba 1-1.
En el segundo día de actividades, Marcelo y Rafael disputaron el partido de dobles, pero la falta de ritmo del mayor de los Arévalos les pasó factura y terminaron sucumbiendo 4-6, 6-3, 3-6 y 6-7 ante los venezolanos Roberto Maytin y Luis Martínez, lo cual ponía la serie 2-1.
Por ello, los últimos dos duelos individuales del domingo se volvieron vitales ya que definirían al ganador de la serie y el clasificado a la final.
Fue así que, una vez más, saltó Marcelo a la cancha para echarse el equipo al hombro y derrotar 6-1, 6-2 y 6-4 a Ricardo Rodríuez, de Venezuela, y poner las cosas 2-2.
Con las cosas emparejadas, el equipo salvadoreño envió a la cancha a Rafael Arévalo con la esperanza de que el experimentado tenista consiguiera ganar y poner fin a la paternidad; sin embargo, la falta de ritmo le pasó factura y terminó perdiendo 1-6, 5-7 y 5-7 ante el venezolano Luis Martínez, por lo que los suramericanos se quedaron con la serie 3-2.