Santiago Leiva
@DiarioCoLatino
La selección nacional de El Salvador continúa en saldo rojo y su deuda con la hinchada, ask urgida de festejo, se incrementa. Anoche, de nueva cuenta, la Azul cuscatleca dobló rodilla en el estadio Mateo Flores de Guatemala, ante una selección local que no fue futbolísticamente superior, pero que tiene gol.
Los pupilos de Ramón “Primitivo” Maradiaga mostraron dinamismo y mucha velocidad por las bandas, bastante movilidad en el traslado de la pelota, pero muy poca claridad para ofender, y máxime sin un delantero neto.
El estratega hondureño al frente de la Azul (anoche de blanco) apostó por un 4-4-1-1, conformado por jugadores hábiles con la pelota, pero no había entre ellos un solo jugador que tenga por oficio el romper redes y que pueda rentabilizar las jugadas que llegan por las bandas.
Así, aunque Jaime Alas, Alex Larín o Juan Barahona acarrearan balones por la banda izquierda, Jorge Morán lo hiciera por derecha, no había nadie que sirviera de receptor dentro del área y los balones terminaban rechazados por la escuadra chapina. Dustin Coreas, que en teoría tenía esa función, se quedaba chiquito en estatura y casi siempre venía fuera del área a recoger balones.
Inicialmente fue el conjunto quetzal quien tomó la manija y control del juego, pero a partir del minuto diez en adelante Henry Romero, Gerson Mayén y compañía carburaron mejor en el medio terreno y de ser dominados pasaron a cuajar uno de los mejores pasajes del encuentro.
Hubo varias llegadas de la Azul por las bandas, pero ninguna encontró destinatario. Paradójicamente, cuando mejor jugaba El Salvador sorprendió Guatemala con el gol que finalmente les terminó concediendo la victoria.
El tanto de los “patojos” cayó después de una desafortunada acción de Xavi García, quien acabó regalando el balón al rival y, aunque la zona baja de los cuscatlecos consiguió agruparse, no puedo evitar la anotación de Jean Márquez quien, con un misil de zurda desde fuera del área, más un desvío en la pierna de Mendoza, dejó sin reacción fructífera al portero Henry Hernández.
Poco pudo hacer el portero salvadoreño que ya antes se había jugado la humanidad saliendo oportuno para evitar una avanzada de los guatemaltecos. Y también estuvo apunto de cometer el “yerro” de la noche cuando se tardó en un despeje y terminó estrellándola en un delantero chapín al termino de la primera mitad.
En la etapa de complemento “el Primi” hizo ajustes, pero no fue sino hasta el ´65 cuando puso a Rafael Burgos, como único delantero en la zona de ataque.
Las sustituciones le permitieron a El Salvador sostener más el balón, incluso, se logró crear una opción clara de gol, pero se desperdició en los botines de “el Cacho” Larín. El zurdo quedó frente a frente con Paulo Motta, pero su remate acabó estrellándose con los guantes del guardameta. Posteriormente, el mismo Larín sacó un disparo que se fue abanicando el travesaño.
Guatemala terminó agazapado sobre su área y apostando al contra ataque, y El Salvador apedreando la meta rival, pero sin idea clara, y como siempre después de 90 minutos se fue en blanco, como su uniforme.