Por: Rolando Alvarenga
Una serie de factores me hicieron vaticinar, hace más de un mes, quién llegaba a la presidencia del INDES. No obstante, las esperanzas hasta último momento de que el presidente de la República no caería en el “nepotismo deportivo”, más una falsa filtración en el trayecto, me frenaron la emoción de revelar en primicia que Yamil Bukele sería el titular del INDES.
Incluso, a inicios de junio publiqué en Facebook: “De nuevo, acierto sobre quién será el nuevo titular del INDES, pero no puedo revelarlo”. Por otra parte, quiero dejar constancia de que no tengo pensado abrir un frente de cuestionamientos y denuncias contra esta nueva cúpula del INDES, pues considero es lo más justo y correcto.
Eso sí, seguiré haciendo mi trabajo al servicio del deporte y de la mejor manera posible, esperando integralmente lo mejor para los atletas y su entorno.
pero siempre alerta para contragolpear ante cualquier iniciativa perversa que -directa o indirectamente- quiera perjudicarme por cualquier vía.
Además, mis servicios periodísticos ad honorem siempre estarán a la orden del deporte, en general, para servir en lo que haya que servir. Y en ese aspecto, mi objetivo siempre estará enfocado a que las cosas mejoren radicalmente, empezando por una limpia de “federaciones por gusto” que solo malgastan y nunca dan frutos.
Y obvio, la promesa de incrementar el presupuesto al deporte renueva mis ánimos. Pero, ojo, estamos ante una misión cuesta arriba, porque estamos hablando de una infraestructura deportiva en los escombros, con muy pocos atletas de alta competencia y un resto de federaciones estériles y jurásicas. Un panorama en donde muchas cosas tendrán que cambiar y habrá que invertir millones para resucitar este “cadáver deportivo”. Una tarea en donde mucho tendrá que ver la modificada a la Ley General de los Deportes, que se encuentra en manos de la Comisión de Juventud y Deporte de la Asamblea Legislativa.