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Pedagogía docente y la participación educativa

Edit Esmeralda Alas Luque

El objetivo de este artículo es destacar la importancia que tiene la postura pedagógica del docente para fomentar la participación educativa. Para ello, se realizó un recorrido académico que ilustra en primer lugar, la concepción educativa desde la época de los primeros pensadores, específicamente, desde la obra de Platón. En segundo lugar, se hace referencia a la pedagogía de Freire, un pedagogo brasileño conocido por su propuesta de pedagogía critica que se caracteriza por la construcción de un conocimiento donde la participación del educando es de vital importancia. Finalmente, se exponen tres perspectivas educativas de participación que fueron implementadas en las escuelas salvadoreñas. En estas experiencias, se puede observar, que existe relación entre el modelo de participación experimentado en las escuelas y el modelo económico que impera en el momento de su implementación.

Se ha considerado que la pedagogía como ciencia tiene un origen etimológico que ha evolucionado a través de la historia. Sin embargo, para el pedagogo francés Philippe Meirieu (2006): “La pedagogía reflexiona la educación, los aprendizajes, la enseñanza y la escuela. Cada categoría remite a dimensiones específicas, las cuales dan cuenta de su formación en el campo de las ciencias humanas. El terreno de reflexión se encuentra en las ciencias de la educación y la pedagogía diferenciada, lugar donde logra producir un nuevo discurso pedagógico” (Zambrano Leal, 2006).

Las culturas antiguas estaban permeadas conocimiento producido por algunos pensadores como Platón, Sócrates y Aristóteles entre otros. Ellos han dado muchos aportes para la sistematización del conocimiento y las acciones metodológicas que deben realizarse para educar. Platón desarrolló muchas de sus concepciones educativas en el Dialogo MENON, en el cual demuestra que el conocimiento depende del Psiquismo y que el conocimiento se saca de dentro del Ser.  (Aguilar Avilés, 1992, pág.13). Otro ejemplo de este pensador que ilustra la comprensión de la tarea educativa en su época es el Mito de Prometeo, descrito en el Protágoras de Platón. En ese diálogo se expone lo siguiente: “Protágoras mismo: cuando los dioses hubieron plasmado las estirpes animales, encargaron a Prometeo y a Epimeteo que distribuyeran convenientemente entre ellas todas aquellas facultades de que debían estar provistas para sobrevivir. Epimeteo se encargó de la distribución. En el reparto dio a algunos la fuerza, pero no la velocidad; a otros, los más débiles, reservó la velocidad para que, ante el peligro, pudieran salvarse con la fuga; concedió a unos armas naturales de ofensa o defensa y, a los que no dotó de éstas, sí de medios diversos que garantizasen su salvación. Dio a las pequeñas alas para huir o cuevas subterráneas y escondrijos donde guarecerse. A los grandes, a los vigorosos, en su propia corpulencia aseguró su defensa. En una palabra, guardó un justo equilibrio en el reparto de facultades y dones de modo que ninguna raza se viese obligada a desaparecer. Les distribuyó además espesas pelambreras y pieles muy gruesas, buena defensa contra el frío y el calor. Y procuró a cada especie animal un alimento distinto: las hierbas de la tierra o los frutos de los árboles, o las raíces, o bien, a algunos la carne de los otros. Sin embargo, a los carnívoros les dio posteridad limitada, mientras que a sus víctimas concedió prole abundante, de forma de garantizar la continuidad de su especie”. (D Azcárate, 1871, p33)

Lo anterior, en contraste con el proceso educativo, deja mensaje implícito sobre la distribución de las facultades. Hacen énfasis en que éstas debían estar provistas para sobrevivir. Además, subyace en la lectura una clasificación de cualidades y habilidades que han sido establecidas para cada sector. Todo para garantizar la sobrevivencia de algunos grupos que probablemente sean de beneficio para otros, bajo una presunción de guardar un justo equilibrio. No obstante, a los llamados carnívoros, les otorga una posteridad ilimitada. Recordando que los carnívoros, son aquellos que se comen a otros de su especie y que generalmente son muy pocos. En cuanto a las víctimas deberán tener una prole abundante para no ser extinguidos.

Será interesante investigar si el lugar donde nos ubicamos socialmente, determina el tipo de habilidades que la escuela desarrolla y, sí la escuela ejerce tiene la función de conocer el contexto donde viven sus estudiantes para ayudarles a desarrollarse, adaptarse y/o transformar su entorno personal y social. En ese sentido, la formación docente deberá estar impregnada de una pedagogía que favorezca la participación del educando en la construcción de su conocimiento.

Por tal razón, se considera que la pedagogía docente es un factor determinante para fomentar un estilo de participación que fortalezca el liderazgo adecuado entre los actores de la comunidad educativa, para encontrar el camino hacia la transformación en las escuelas. Ante tal situación se plantea la siguiente interrogante: ¿Cuál es la importancia de la pedagogía docente como factor determinante para fomentar la participación educativa?

Para dar respuesta a esa interrogante se pretende hacer un abordaje desde la perspectiva de la pedagogía critica desarrollada por Paulo Freire, a partir de que la participación educativa debe promover el acercamiento y encuentro entre esas almas que se vuelven cómplices para construir su propio desarrollo. En tal sentido, la pedagogía docente es concluyente en la promoción de la participación educativa. Debido a que tiene la finalidad de guiar el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Por tal razón se ha decidido destacar algunos elementos importantes de la pedagogía propuesta por Paulo Freire, un pedagogo nacido en Recife, Brasil en el año 1921. Lugar donde también se inició como profesor de Historia y Filosofía de la Educación. Su propuesta pedagógica está plasmada en sus obras entre ellas se citan: La pedagogía del oprimido, pedagogía de la esperanza, pedagogía de la liberación y pedagogía del dialogo, así como la obra cartas para quien pretende enseñar, que resume el pensamiento sobre la pedagogía critica, también llamada de la liberación. Esta será la guía de este trabajo. Algunos preceptos que se han considerado fundamentos importantes para fortalecer la participación educativa están vinculados al respeto, la tolerancia, el amor mutuo y la comprensión.

Freire expresa: “Se aprende de lo que es diferente de nosotros y hasta de lo que es contrario” (Freire P. , 2008, p 25). Esa frase pone de manifiesto que la tolerancia, la comprensión y el amor deben estar presentes en la acción educativa para derribar las barreras que pueden impedir el deseado encuentro entre el educador y el educando. Freire destaca que nos educamos juntos. Enseñamos, pero también aprendemos.

En esa obra, Freire manifiesta la importancia de que en la escuela se trabaje para transformarse en un lugar donde se viva la democracia. Un lugar donde se cambie la manera de enseñar y aprender y donde se eduque partiendo de una comprensión adecuada del mundo. Una escuela donde el educando participe en la construcción de su conocimiento. Una escuela donde se alfabetice, sin analfabetizar. Una escuela donde se prepare y se ejerza la ciudadanía. Una escuela donde la participación educativa sea el alfa y el omega.  Para ello la tarea del docente deberá concebir que educar es una profesión placentera; pero también, exigente en la lucha por la libertad, porque la educación para Freire, “es una acción política”.

El paradigma pedagógico del docente define el tipo de participación que se ofrece a los actores de la comunidad educativa. En esa línea de pensamiento Pablo Freire, plasma una forma diferente de enseñar, una manera de implementar una pedagogía de los valores. Plantea al hombre como un Ser que nace y crece en una comunidad, también aprende una forma característica de apreciar la vida. Tiene objetivos definidos y una manera propia de concebir su realidad. Por tal razón, se debe educar para vivir en comunidad y facilitarle el desarrollo de sus facultades para lograr autonomía; siendo indispensable que haya un dialogo franco donde el maestro muestre un interés genuino por conocer la realidad en la cual conviven los estudiantes. De ahí, que la pedagogía docente podrá ser determinante en el tipo de participación que se les otorgue a los educandos. Recordando, que educando no es únicamente el estudiante. Educando es el maestro, educando es el padre y madre de familia, educando es el portero de la escuela, educando es la señora que vende golosinas a la entrada de la escuela (…) educando somos todos; pero también todos y todas somos educadores y educadoras.  Por tanto, la pedagogía de Freire imprime a los docentes ese deseo de transformar y transformarse junto a los otros. Esa transformación solamente puede ser posible con una participación educativa que incluya a los diferentes actores involucrados en ese proceso de cambio.

Por tanto, es imperante el fortalecimiento de la participación de los actores de la comunidad escolar para alcanzar una educación de calidad. Asimismo, la búsqueda una reforma educativa. Entendiendo que toda “reforma”, pretende un cambio sustancial, reflejados en los fines y los métodos   de una organización que conlleva intensiones educativas (Escamilla, 1975). El fortalecimiento de la participación en las escuelas tendría que impactar en la manera como se relacionan los actores, la manera de consolidar los diagnósticos educativos, la forma de elaborar la caracterización de las instituciones.

En conclusión, el profesor debe asumir una postura pedagógica que le permita hacer una inmersión en su realidad y la de sus educandos, a fin de que la evalúen y decidan transformarla.

Bibliografía

Aguilar Avilés, G. (1992, pág.13). El Pensamiento Pedagógico Universal. San Salvador: Concultura.

D Azcárate, P. (1871, p33). Obras completas de Platón. Madrid: Medina y Navarro.

Edwards, B. y. (2014). Participación en el Desarrollo Internacional y la Governanza de Educación . Tres Perspectivas y Tres casos de El Salvador . Latinoamericana de Educación Comparada , pp. 3-7.

Escamilla, M. L. (1975). La Reforma Educativa Salvadoreña. San Salvador: Dirección de Publicaciones .

Freire, P. (1996). La Pedagogía de la Esperanza. México: Siglo veintiuno.

Freire, P. (1996). Pedagogía de la Esperanza .Págs 23 -35. México: Siglo veintiuno.

Freire, P. (2008, p 25). Cartas para quien pretende enseñar. Argentina: Siglo veintiuno.

Freire, P. (23 de marzo de 2020). Video de Youtube Cartas a quien pretende enseñar. Obtenido de Cartas a quien pretende enseñar.: https://www.youtube.com/watch?v=PlVI42sCpIU

Zambrano Leal, A. (2006). El concepto Pedagogía en Philippe Meirieu. Un modelo, un concepto y unas categorías para su comprensión. Educación y Pedagogía, pp 33-50. Obtenido de Revista Educación y Pedagogía : https://revistas.udea.edu.co/index.php/revistaeyp/article/view/6070

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