Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino
Pedro Carrizales es un ciudadano mexicano que nació y creció en un entorno dominado por pandillas, violencia y drogas como muchos jóvenes en la región centroamericana, un mundo en el que “primero disfrutas y luego pagas” como lo expresa entre sonrisas mientras recuerda su pasado como miembro de estructuras criminales en su natal San Luis Potosí.
Carrizales sostiene que luego de muchos encuentros cara a cara con la muerte en trifulcas con pandillas rivales o con las autoridades, además del fallecimiento de su madre, hecho que lo hundió en una profunda depresión, decidió dejar ese tipo de vida y convertirse en un luchador y activista social con el objetivo de eliminar el estigma que la sociedad impone a los jóvenes que pertenecen a pandillas o viven en territorios dominados por ellas.
“El mijis” como se le conoce en el estado potosino decidió expandir su trabajo comunitario e ingresar a la política, entorno en el que manifiesta fue víctima de discriminación, estigmatización e incluso un secuestro exprés para que declinara de su candidatura a diputado por el Monumento Regeneración Nacional (MORENA), Partido del Trabajo, escaño que logró ganar en 2018.
Y es que Carrizales no es un político tradicional, desde los abundantes tatuajes en su cuerpo que dan testimonio de su pasado como miembro de pandillas, su vestir casual alejado de los trajes formales y su forma de expresarse dominado por el léxico del barrio, hasta sus ideas revolucionarias para eliminar la estigmatización de los mexicanos hacia los jóvenes miembros de pandillas y quienes están en riesgo de pertenecer a estos grupos.
El parlamentario mexicano es un fiel creyente que para alejar a los jóvenes de las pandillas y desarticular estos grupos es necesario generar oportunidades de empleo, educación y todo tipo de prestaciones necesarias para recuperar el tejido social en las comunidades, ideas que ha transformado en un proyecto denominado “Un grito de Existencia” desarrollado en su natal San Luis Potosí, que a la fecha ha regenerado a más de 12,000 jóvenes que pertenecían a estructuras del crimen organizado.
“Creo que por medio de este tipo de proyectos podemos ofrecer a los jóvenes otro tipo de realidad para que eviten la violencia, las drogas y el fenómeno de migración, planteamos el desarrollo de convenios para que podamos hacer un intercambio comercial con los jóvenes en situación de calle”, dijo Cañizales.
El legislador mexicano desarrolla en San Luis Potosí varios proyectos que se han replicado en más de una decena de estados, y en esta ocasión plantea extender en la región centroamericana, entre los cuales se encuentra “Pintando tu Cantón”, un programa en el que los jóvenes de pandillas y en riesgo de pertenecer a estas estructuras ofrecen su mano de obra para trabajos de pintura, albañilería y otros oficios a cambio de dinero.
Con esta iniciativa un joven puede ganar hasta 1,000 pesos diarios, unos 50 dólares con los que aporta a su hogar sin cometer delitos, el proyecto como todos los que el diputado Cañizales desarrolla es autosustentable, ya que los jóvenes aportan una pequeña cantidad de su salario semanal para la compra de los materiales de trabajo.
“Con esto sacas a los jóvenes del ocio y los invitas a trabajar, a parte enseñas a la comunidad a no estirar la mano esperando que los gobiernos les den, los empoderas, rescatas el tejido social y los sacas de la delincuencia organizada”, sostuvo Cañizales.
La intención del parlamentario es hacer un recorrido en bicicleta desde México a Panamá, con el fin de hacer un llamado a los gobiernos a ver los jóvenes que pertenecen a bandas delictivas no solo como parte del problema, sino como actores de la solución y brindarles oportunidades de empleo y estudio para que abandonen las pandillas.
El diputado, además, planea replicar a nivel centroamericano uno de los proyectos más ambiciosos desarrollados en su ciudad natal, como es el refugio juvenil donde los jóvenes cuentan con talleres para aprender diversos oficios, clínica, capilla, guardería para madres solteras, dormitorios públicos, entre otros.
“Es por eso que vamos en bicicleta por toda Centroamérica, para visibilizar la situación y que organismos internacionales que puedan apoyarnos destinen recursos para estos proyectos, que los jóvenes vean que tenemos esa voluntad de esforzarse para trabajar por ellos”, externó el parlamentario.
Para el político mexicano el fracaso de muchas de las acciones desarrolladas tanto por los gobiernos de México, como la región centroamericana para desarticular las pandillas es que en su mayoría se enmarcan únicamente en la represión y los pocos proyectos de recuperación del tejido social se basan en la imposición de oficios.
Cañizales sostiene, para que un programa dirigido a jóvenes que integran estructuras del crimen organizado o que residen en territorios dominados por estos grupos tenga éxito se debe tomar en cuenta la opinión de estos sectores, preguntarles qué tipo de proyectos desean que se articulen desde las instancias de poder en favor de las comunidades.
“Nunca les preguntamos qué desean hagamos por ellos, qué desean aprender, les ofreces un empleo acorde a los oficios que saben, esto genera que se alejen de las pandillas”, manifestó el legislador.
El diputado azteca sostiene que las alcaldías e instituciones de gobierno pueden establecer acciones para apoyar a los jóvenes, que integran las pandillas o en riesgo de pertenencia solicitando como requisito a empresas que deseen desarrollar proyectos que contraten a un número determinado de ellos.
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