Isaac Vásquez Tello
@ivasqueztello
En medio de una ceremonia que tomó lugar en el hemiciclo del Congreso de la República del Perú a las 11:00 de la mañana de ayer, Pedro Pablo Kuzcynski, un economista de derecha de 77 años formado en las universidades de Oxford y Princeton, prestó juramento como el nuevo Presidente de la República del país andino ante la presencia de la congresista del partido político Fuerza Popular y actual presidenta del Congreso, Luz Salgado.
Kuzcynski, quien fue candidato del partido Peruanos por el Kambio, llegó a la Presidencia luego derrotar en segunda vuelta a Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori y candidata del partido Fuerza Popular, que ocupa 73 de los 130 escaños congresales. Cabe indicar que el mandatario peruano posee una larga trayectoria en el Banco Mundial, en los sectores privado y público, entre otros, como Ministro de Energía y Minas, Ministro de Economía y Primer Ministro.
Minutos antes de su discurso Kuzcynski, vestido con un traje oscuro y una corbata roja que lo acompañaron durante la última campaña, saludó a algunos de los 80 mandatarios y representantes que asistieron a la investidura presidencial, entre ellos Michelle Bachelet (Chile), Mauricio Macri (Argentina), Juan Manuel Santos (Colombia), Rafael Correa (Ecuador), Enrique Peña Nieto (México), y Enrique Cartes (Paraguay).
“Juro por Dios, por la patria y por todos los peruanos que ejerceré fielmente el cargo de presidente de la República que me ha confiado la nación para el periodo 2016-2021”, dijo el nuevo presidente peruano durante su juramento.
Primer mensaje
Poco después de recibir la banda presidencial, el mandatario peruano ofreció su primer Mensaje a la Nación, en el que destacó que “Perú tiene la necesidad de una revolución social” debido a que el manejo macroeconómico no es un problema por tratarse de un país con muy poca devaluación de su moneda y sin inflación.
Además, manifestó soñar con un país moderno con igualdad de derechos y oportunidades laborales y políticas para hombres y mujeres. “Ser un país moderno significa tener igualdad de oportunidades para ambos géneros”, mencionó.
Otro de los objetivos que anunció fue incrementar la proporción de trabajadores formalizados de 30% a 60% para 2021. Una de las medidas que, según él permitiría lograr el objetivo, será la reducción gradual del Impuesto General a las Ventas (IGV) de 18% a 15%, a razón de un punto porcentual por año desde enero de 2017.
También cabe mencionar que el mandatario señaló que su Gobierno tendrá como meta que Perú ingrese a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 2021.
Al final de su discurso aclaró que durante su gestión asumirá seis compromisos que ya son considerados como los futuros ejes de su gobierno.
De manera puntual precisó que estos serán llevar agua y desagüe a toda la población, lograr un servicio de educación pública de calidad, prestar un servicio de salud pública oportuno y eficaz, formalizar el Perú hasta el máximo posible, construir la infraestructura para el desarrollo, y liberar al país de la corrupción, discriminación, inseguridad y delito.
Perspectivas económicas
Desde un principio Kuzcynski aclaró que ofrecería un mensaje “lleno de esperanza” y que no buscaría rendir cuentas. Si bien, según la prensa, su discurso fue positivo y conciliador a nivel político, la falta de precisión en las medidas para reducir la informalidad y manejar la economía peruana llamó la atención de los analistas peruanos.
Uno de ellos fue el economista y profesor de la Universidad del Pacífico, Jorge González Izquierdo, para quien lo más prudente será esperar a que el gabinete de ministros se presente ante el Congreso y exponga las medidas específicas que planean ejecutar. Sin embargo, consideró que la medida de reducir el IGV será negativa para el país y que es difícil elevar así la formalización laboral a 60%.
“Él (Kuzcynski) va a bajar un punto porcentual del IGV y no va a pasar casi nada en materia de formalización en el Perú, y lo que más bien va a provocar es que la recaudación en los próximos 12 meses caiga por lo menos en 3000 millones de soles (cerca de 893 millones de dólares)”, afirmó, para luego advertir ello puede generar un incremento del déficit fiscal porque el Estado no podría cubrir la falta de ingresos.
“Su grave problema es que no entiende que para reducir la informalidad se tiene que aumentar la productividad de la micro y pequeña empresa”, comentó el economista, para luego añadir que el incremento de la productividad requeriría reformas profundas como una mejora en la educación, mayor capacitación, y medidas en materia de infraestructura y Estado.
El economista y profesor de la Universidad Esan, Jorge Guillén, también se mostró escéptico respecto a que una reducción de impuestos sea efectiva: “En 2011, cuando hubo una reducción a 18%, al final fue una pérdida de 200 millones de soles en el presupuesto (72.7 millones de dólares) que solamente favoreció a las empresas y no al consumidor porque como es una economía de mercado de estructura imperfecta, oligopólica, lo único que se hace es reducir el impuesto, pero el productor se guarda el diferencial y el consumidor no puede beneficiarse”.
Al respecto, destacó que el problema en Perú es la ausencia de incentivos para pagar impuestos y ser formal debido a que el pago de estos debe ir en contraprestación de un servicio de calidad del Estado, ya sea en salud o educación.
Por otra parte, Dagoberto Díaz Díaz, también economista y profesor de la Universidad del Pacífico, comentó que el discurso consistió en una lista de buenos deseos, por lo que se debe esperar a ver cómo se llevan a la práctica. Además, dijo que los planes de ingresar a la OCDE es un escenario que ve “bastante lejos” y que la mirada debería centrarse en la región para aprovechar las relaciones con países como los miembros de la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia y México).
En relación a la reducción de impuestos, Díaz Díaz coincidió con Guillén y González Izquierdo: “La carga del IGV que sería descontada del presupuesto (debido a la menor recaudación) sería bien importante si es que no se logra cubrir el vacío que va a dejar ese 1% de reducción”.
A pesar de las críticas de los economistas, se debe tener en cuenta que las medidas que formarán parte del plan de gobierno de Kuzcynski aun deberán ser presentadas ante el Congreso por el gabinete ministerial que liderará el Primer Ministro, Fernando Zavala, con el fin de recibir el voto de confianza del Poder Legislativo. Solo entonces se sabrá si las iniciativas hoy mencionadas, y que tanta suspicacia despertaron entre los economistas, se vuelven realidad o permanecen como sueños.