Licda. Norma Guevara de Ramirios
@guevara_tuiter
Los problemas del país en el ámbito fiscal, y más precisamente la crisis de liquidez en el fondo general de la nación, tiene su origen último en una estructura tributaria regresiva, en la elusión y evasión de impuestos, y en el no pago por parte de personas y empresas irresponsables. En lo inmediato su origen radica en la negativa del partido Arena y sus diputados a concurrir con sus votos para convertir deuda de corto plazo en deuda de mediano plazo. En los orígenes mediatos e inmediatos la Sala de lo Constitucional puso su parte eliminando tributos y deuda aprobada en la Asamblea Legislativa; todo dentro de una estrategia política de bloqueo sistemático al gobierno del Presidente Sánchez Cerén, para impedir el avance de una política social y una gestión pública que ha mostrado, según indicadores sociales y económicos, disminuir la desigualdad.
A estas alturas resulta de amplio conocimiento que las consecuencias de llevar al extremo el cerco financiero al Estado, en caso de llegarse al impago a bancos locales y acreedores externos, serían muy negativas para la sociedad en su conjunto, y afectará innecesariamente la dinámica de crecimiento de la economía que tanto ha costado recuperar después de encontrarla en índices negativos en el año 2009.
El crecimiento económico es base para la generación de nuevos empleos; la sostenibilidad fiscal es indispensable para una política social que permita al Estado cumplir su rol redistributivo y a la vez clave para el desarrollo social; de modo que impedir la solución de un problema que se resuelve políticamente con decisiones legislativas, es jugar con el presente y futuro del pueblo, es jugar con fuego deliberadamente, esto a pesar de ser conocedores que su negativa también afectará a las personas y empresas que tradicionalmente han financiado y le dan permanente apoyo político al partido Arena.
Estamos en presencia de un extremismo político de la derecha, de creer que afectando al gobierno del FMLN se convertirán de modo automático en ganadores electorales en las próximas contiendas del 2018 y 2019. En verdad es una estrategia perversa, dañina para el país entero, y políticamente incierta.
Hay maneras en el mediano plazo de no pagar deuda con deuda, y es que paguen quienes hoy no pagan lo que deben de pagar, como consecuencia de su conducta evasora y que usan como herramienta política. El desarrollo del país espera de todos una conducta más responsable, menos homicida y menos suicida.
El tiempo para una solución todavía oportuna al problema de liquidez generada por acciones deliberadas y políticas está llegando a su fin. El diálogo debe dejar de ser diálogo de sordos y debe producir los mínimos acuerdos que impidan causar tanto daño a la sociedad en su conjunto; es hora de que Arena se recuerde que además de financistas y asesores calenturientos, tiene también electores que son ahora empleados con salarios seguros, empresarios con negocios y ganancias ciertas, y que a ellos les van a sacrificar por una conducta obstinada en el bloqueo financiero al gobierno.
Quienes en el pasado creyeron que carecían de sentido las críticas a una Sala de lo Constitucional, por invadir atribuciones de otros órganos con objetivos políticos de favorecer a una fuerza política y a la oligarquía, ahora tienen a la vista los efectos de aquellas actuaciones judiciales criticadas, que han estado en función de responder a todo llamado o autollamado para quitar recursos financieros al Estado.
Si esta crisis en el último minuto lograra impedirse que llegara tan lejos, aun así quedarán las causas estructurales que atender sin dilación, y debe empezarse por aprobar una figura de delito fiscal que abarque cualquier afectación al fisco y a la hacienda municipal; aprobar reformas al Código Tributario que limiten o impidan la elusión de impuestos, la ley que facilite los cobros administrativos de las deudas fiscales, resolver el problema de las pensiones, que es una de las fuentes de una deuda del tamaño de 19 puntos del PIB, y establecer impuestos que disminuyan la regresividad.
Por supuesto que cada centavo del Fondo General debe servir para cumplir los fines del Estado y será también necesario revisar cargas fijas como el 6% de los ingresos tributarios brutos que recibe la Corte Suprema de Justicia y que su cambio amerita una reforma constitucional para que dentro de ese mínimo se comprenda también al menos a la Fiscalía General de la República.
El pueblo debe saber con precisión que si el país llega al impago, es por una negativa del partido Arena, deberá saber si se llega a ello, que pudo evitarse y que siempre ellos lo supieron. Por el bien del país, ojalá lo entiendan y cambien antes de quemarse.