Alma Vilches
@AlmaCoLatino
El director general de Centros Penales Marco Tulio Lima manifestó que desde hace nueve meses en el penal de Gotera se ha hecho una clasificación especial de los privados de libertad, separando a los sujetos de mayor peligrosidad y dejando solo la población que a lo largo de ese tiempo ha demostrado querer abandonar la pandilla y los métodos de violencia, por lo cual dentro de poco tiempo ese penal estaría fuera de las medidas extraordinarias y se habilitarían las visitas.
Lima dijo que en dicho penal durante ese tiempo se han desarrollado varios programas religiosos y de rehabilitación, donde los privados de libertad han dado muestras de mayor voluntad y convivencia. Los equipos de clasificación y técnicos han separado a los privados de libertad y se han trasladado a los peligrosos a los penales de Izalco y Quezaltepeque.
“Allí está pasando un fenómeno muy importante y es que en los sectores y áreas de trabajo ya están mezcladas personas pertenecientes a la MS y Pandilla 18, algo que creía nunca podría pasar”, afirmó el director de Centros Penales.
Asimismo, manifestó que se ha presentado a las organizaciones que integran la Mesa Penitenciaria un programa de acción para apoyar de una mejor manera los programas de rehabilitación del centro penal de Gotera.
“Es así como se han desarrollado varios programas, principalmente religiosos, tenemos una línea de trabajo deportiva, musical, se están haciendo trabajos de maquila o costura, y se están implementando los colectivos de alfabetización y estudio, ahora se quiere entrarle de una manera más estructurada, para ello se hará una inversión en infraestructura y para habilitar la visita”, enfatizó el funcionario.
Programa “Yo Cambio”
Como parte del fortalecimiento a programas de convivencia entre los privados de libertad en fase de confianza e integrados al programa “Yo Cambio”, varias instituciones se han unido a este esfuerzo, una de ellas es la Universidad de El Salvador, cuyos estudiantes, en total 18, prestarán su servicio social en la penitenciaría central La Esperanza, conocida como Mariona.
Los estudiantes universitarios darán apoyo en áreas administrativas, talleres de actualización y formación de monitores de educación, pues el objetivo es formar al privado de libertad a través de la educación como personas útiles a la sociedad, evitando el ocio carcelario, lo cual forma parte del proceso de rehabilitación que les brinda el Sistema Penitenciario para darles una segunda oportunidad.
Lima indicó que hay 1,500 privados de libertad clasificados que están trabajando en la reparación de escuelas, trabajos de albañilería, electricidad, programa de limpieza de calles, tragantes y quebradas, así como la reparación de zonas verdes y trabajo social.