WASHINGTON/Xinhua
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y su rival y candidata demócrata, la senadora Kamala Harris, se enfrentaron el miércoles al exponer sus puntos de vista sobre la respuesta de la Casa Blanca a la pandemia de COVID-19, que ha dejado más de 210.000 estadounidenses muertos.
«El pueblo estadounidense ha sido testigo del mayor fracaso de cualquier administración presidencial en la historia de nuestro país», dijo Harris en respuesta a la primera pregunta del moderador sobre la pandemia en el debate vicepresidencial celebrado en la Universidad de Utah.
La senadora por California de 55 años, hija de madre india y padre jamaiquino, acusó al presidente Donald Trump de encubrir la gravedad del coronavirus desde enero.
«El 28 de enero, el vicepresidente y el presidente fueron informados de la naturaleza de esta pandemia», recordó Harris, mirando directamente a la cámara.
Según agregó, «ellos sabían lo que estaba pasando y no te lo dijeron».
«¿Te imaginas si hubieras sabido el 28 de enero, en lugar del 13 de marzo, lo que ellos sabían, lo que podrías haber hecho para prepararte? Lo sabían y lo encubrieron», remarcó.
Pence, de 61 años, jefe del grupo de trabajo sobre el coronavirus de la Casa Blanca, defendió a la Administración Trump y reconoció que «nuestra nación ha pasado por un momento muy difícil este año».
El exgobernador de Indiana argumentó que sin las acciones tomadas por el mandatario se habrían perdido millones de vidas.
«Quiero que el pueblo estadounidense sepa que, desde el primer día, el presidente Trump ha puesto la salud de Estados Unidos en primer lugar», expuso Pence.
Debido a preocupaciones por el coronavirus, los dos candidatos estuvieron distanciados a unos 12 pies (cerca de 3,6 metros) en el escenario y estaban separados por dos barreras de plexiglás.
Antes del inicio del debate, los asistentes recibieron una severa advertencia para que mantuvieran las máscaras puestas durante los procedimientos.
El primer y único debate vicepresidencial llega en momentos en que la Casa Blanca enfrenta un brote de COVID-19 que ha infectado a un número creciente de personas, incluido el presidente Trump.