José María Barrera Lemus
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Docente Universitario.
Faltan apenas pocos días para que nuestro nuevo Presidente, asuma el liderazgo para conducir el destino de los salvadoreños durante los próximos cinco años (1 de junio de 2019 a 31 de mayo de 2024).
Por lo que hasta el momento se percibe en el ambiente, tal parece que será un gobierno muy prudente y cauteloso, dado el silencioso proceso de elección y divulgación de funcionarios, que le acompañarán y la poca presencia en los diferentes medios de comunicación. Apenas hasta la fecha se conoce de cuatro funcionarios, lo cual confirma lo dicho por el mismo Nayib Bukele, al comentar que no es fácil nombrar a cerca de tres mil funcionarios y mandos medios en pocos días. Ojalá y la elección sea idónea y pertinente.
Esta prudencia ha generado en el ambiente político, social y popular, una serie de expectativas que solo se han logrado colar en las redes sociales y muy poco en los principales medios de comunicación. Y es que saber seleccionar candidatos después de pasar por una cultura marcada por el nepotismo y la compra de voluntades, no es fácil de superar de la noche a la mañana.
Es por ello que he dedicado un poco de mi tiempo, para realizar una serie de planteamientos que ojalá pudieran contribuir a la elección de funcionarios probos y sin ninguna intención de llegar donde haya, sino donde se necesiten más y donde su potencial profesional sea derramado como fuente de sabiduría, pleno conocimiento, coherencia, alto grado de sentido común, humanismo y sobre todo, con alta experiencia en sus funciones para no depender de terceros a la hora de conducirse, así como de utilizar sus propios vehículos y regular los salarios y gastos de representación, entre otros. Es necesario que quienes se encuentren seleccionando a los funcionarios, sepan identificar entre los perfiles, aquello que muchas veces no se dice en las hojas de vida, y que solo se puede conocer teniéndolos de frente. A continuación dejo a ustedes, algunos aspectos desde mi humilde profesión, que deberían saberse identificar en los candidatos a futuros funcionarios.
1. Compromiso y espíritu de servicio con la sociedad.
2. Capacidad intelectual y gerencial.
3. Prudente, carismático y con elevados valores humanos.
4. Político, diplomático y Don de gente.
5. Alto grado de honradez.
Estos mismos aspectos deberán aplicarse a los equipos técnicos de trabajo. En cada Ministerio y en cada Institución Autónoma donde se vayan a proponer funcionarios.
Algunos de estos aspectos, solo se podrán identificar durante el desarrollo del trabajo de cada uno de los funcionarios y equipos; por lo que el Presidente deberá dejar abierta la posibilidad de destituirles de evidenciarse situaciones, que vayan en detrimento de la política establecida. Un nuevo gobierno que contribuya a que el Presidente, se conduzca con prudencia, pertinencia y sobre todo, a servir, antes que ser servido.
La sola oportunidad que se les de a los profesionales debe ser considerada por ellos, como una oportunidad de entregarse en cuerpo y alma a la función designada. De ser así, “que la Patria os premie… Y si no, que ella misma os los demande”.
Quiero finalizar con un pequeño poema irónico, del escritor Guillermo Aguirre y Fierro, con el propósito de dejar constancia de que lo que en este se narra, no corresponde a nuestra actual realidad, pero que si servirá como termómetro para evaluar el presente gobierno, al final de los próximos cinco años. El poema se titula: ¿Por quién votamos?
Aprovecho para aclarar que en ningún momento utilizaré la palabra “riendas” del país, en mis artículos porque, para mi entender, “riendas” son las que se le colocan a los animales de tiro, lo cual sin desmerecerlos, no es pertinente cuando se trata de personas.
¿Por quién votamos?
El león falleció ¡triste desgracia!
Y van, con la más pura democracia,
A nombrar nuevo rey los animales.
Las propagandas hubo electorales,
Prometieron la mar los oradores,
y… Aquí tenéis algunos electores:
Aunque parézcales a ustedes bobo
Las ovejas votaron por el lobo;
Como son unos buenos corazones
Por el gato votaron los ratones;
A pesar de su fama de ladinas
Por la zorra votaron las gallinas;
La paloma inocente…
votó por la serpiente;
Las moscas, nada hurañas,
querían que reinaran las arañas;
El sapo ansía, y la rana sueña
Con el feliz reinar de la cigüeña;
Con un gusano topo
Que a votar se encamina
por el topo;
El topo no se queja,
más da su voto por la comadreja;
Los peces, que sucumben por su boca,
Eligieron gustosos a la foca;
El caballo y el perro, no os asombre,
Pues juntos votaron por
el hombre…
Y con dolor profundo
Arrastrábase un asno
moribundo.
Por no poder encaminarse
al trote,
A dar su voto por el zopilote.
Caro lector que
inconsecuencias notas,
Dime: ¿no haces lo mismo cuando votas?
Guillermo Aguirre y Fierro.
Autor del poema El Brindis del Bohemio
Vaya para ellos, mis más
cordiales saludos, y un
abrazo con deseos de buena voluntad.
Si así lo hiciereis… “que la
Patria os premie…
Y si no, que ella misma
os los demande”.
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