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Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
No hay nada que celebrar. El 31 de julio de cada año el periodismo se engalana con la celebración en la que se honra la labor del periodista salvadoreño, este año, las cosas son diferentes, el COVID-19 ha golpeado a muchas familias salvadoreñas y el gremio periodístico no ha sido la excepción.
El gremio periodístico ahora no solo enfrenta despidos injustificados o por reajustes financieros en los espacios de labores, sino también, que enfrentan otras situaciones como reducciones salariales y suspensión de contratos, debido a la crisis financiera que está enfrentando el comercio salvadoreño. No obstante, el mayor peligro que enfrentan es contra el enemigo silencioso del COVID-19 que ya ha cobrado vidas entre los periodistas salvadoreños.
Desde que se reportó el primer caso de COVID-19, el 18 de marzo, la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) ha registrado 94 casos confirmados de COVID-19 en periodistas, comunicadores, fotoperiodistas y camarógrafos, personal que se en encuentra en primera línea.
De los casos confirmados, 67 personas han sido declaradas con alta médica. Además, cinco fallecidos entre los que destaca: Eduardo Navas, productor ejecutivo de noticias de Canal 12. Falleció el 21 de junio, Ronald Cardoza, encargado de comunicaciones del Centro Monseñor Romero-UCA, el 23 de junio. Además, fallecieron Franklin Rivera, fotoperiodista de la Asamblea Legislativa, el 30 de junio; Jaime Villacorta, periodista y catedrático de periodismo, editorial y propaganda, el 19 de julio y Roberto Ayala, fotoperiodista de la Asamblea Legislativa, quién pereció este 30 de julio.
De igual manera, la APES reporta al menos 64 denuncias de vulneraciones al ejercicio periodístico desde el 17 de marzo, esto sin incluir los despidos que se han perpetrado en esta semana por algunos medios de comunicación, presuntamente por reajustes financieros.
Entre las denuncias por vulneraciones destaca 16 restricciones al ejercicio periodístico, 15 bloqueos de acceso a la información publica, 9 ataques digitales, 7 despidos injustificados, 5 acosos digitales, 4 declaraciones estigmatizantes, 3 reducciones salariales, 2 hurtos, un adeudo salarial, una suspensión de contratos y una amenaza a la vida.
Mónica Rodríguez -representante del Colectivo de Mujeres Periodistas, Comunicadoras y Trabajadoras de la Información- reconoce que con la pandemia por COVID-19, ha sido más complicado para el pleno ejercicio periodístico en El Salvador.
“Este 31 de julio que se conmemora el Día del Periodista nos recibe en un escenario bastante complejo y generalizado a nivel nacional e internacional por la pandemia de COVID-19. Con periodistas que salimos a la calle es importante que tengamos equipos de protección para evitar enfrentar este asesino silencioso que viene a limitarnos mucho del quehacer periodístico”, afirmó Rodríguez.
Agregó que la gran mayoría de periodistas han enfrentado situaciones como las limitantes para acceder a información fidedigna, para la realización de un trabajo pleno. “A veces las autoridades no brindan la información que necesitas, no se ha facilitado el ejercicio periodístico, ya que al principio con la cuarentena obligatoria, el trabajo periodístico se quería obstaculizar, ya habían reportes y denuncias que autoridades no permitían la labora o los funcionarios no brindaban conferencias de prensa en las que se pudiera hacer preguntas”, afirmó.
Rodríguez enfatizó que si bien la tecnología ha sido fundamental para el trabajo periodístico, en medio de la pandemia se cerraron herramientas claves para el acceso a la información, como lo eran grupos de whatsapp de Presidencia, Seguridad y otros.
“También, se ha buscado desacreditar el trabajo periodístico sobretodo en aquellos casos que se ha revelado irregularidades en el manejo de fondos”, explicó. Como también, la instrumentalización de una mujer periodista para uso político, como el caso de “Marta”, por un supuesto caso de violación en el periódico Digital El Faro.
Por otro lado, Rodríguez hizo un llamado que a pesar de todos los problemas, los periodistas deben mantener la unidad. “Cuando todos nos ayudamos al saber que un colega ha resultado con COVID-19, la solidaridad se ha puesto de manifiesto y esa debemos mantenerla siempre, trabajando en conjunto para enfrentar cualquier situación”, sostuvo.
Mauricio Cáceres, presidente de la Cámara de Fotoperiodistas, Camarógrafos y Reporteros de El Salvador (CAFOCARES), también reconoce el papel importante del gremio periodístico en general en medio de esta pandemia, ya que sostiene: “Las noticias no pararon”.
“Siempre nos hemos mantenido en primera línea desde las trincheras de la redacción, hasta las trincheras de las calles. En todas las circunstancias de un país en guerra, en terremotos y hoy una pandemia el papel de los periodistas siempre será vital”, sostuvo Cáceres.
Cáceres aseguró que el trabajo de todos los colegas fotoperiodistas, camarógrafos, periodistas, reporteros digitales, reporteros de tv en la calle que trabajan en distintos medios y que han cubierto la pandemia han jugado un papel muy importante, ya que cumplieron con la misión principal de un periodista o comunicador, llevar la información y los hechos noticiosos hasta la casa de los salvadoreños.
“Como CAFOCARES hemos apoyado a colegas que fueron afectados con COVID-19, y les hemos dotado de víveres, gracias a la donación de las alcaldías de San Salvador y Antiguo Cuscatlán, así como también por otras empresas que han sido solidarios con el gremio”, dijo.
Ya que este ha sido un problema fundamental en este periodo de pandemia, muchos periodistas y trabajadores de medios de comunicación se vieron afectados en su economía y muchos de estos quedaron sin trabajo. Pese a ello, algunos periodistas agremiados en distintas asociaciones o movimientos se dieron a la tarea de apoyar al gremio, movimientos que aún siguen vigentes para ayudar en medio de esa pandemia.
“Quiero decirles a todos los colegas que trabajamos en todas las ramas del periodismo, que sigamos adelante y de esta primero Dios saldremos, cuidémonos y no arriesgamos nuestras vidas hay una familia que siempre nos espera en casa. Nada vale más que Dios y nuestras familias”, concluyó Cáceres.
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